viernes, 30 de noviembre de 2012

Taladro

A veces pienso cosas extrañas cuando pienso en vos. Como que me gustaría poder morderte la nariz sin que te parezca raro, tirarte de una oreja, o hacer que te tropieces para ayudarte a levantarte y que nos riamos porque caiste de forma graciosa. No te lo digo nunca porque imagino que vas a pensar que estoy loca, que en realidad no me conocías lo suficiente y no vas a querer tenerme cerca ni un rato más. No sé, para mi a veces el cariño es tan grande que se vuelve difícil de expresar. Esta violencia puede llegar a significar mucho más que un buen gesto. Pero no hablo de violencia de lastimar de verdad, a alguien que querés no vas a lastimarlo intencionalmente. Es esa violencia de que te quiero tanto que una caricia expresa poco, muy poco, en comparación con una cachetada; y un beso, claro, mucho menos que una mordida. Sí, yo sé que parece raro lo que estoy diciendo, pero, ¿a vos nunca te pasó? ¿Nunca pensaste que un perrito, por ejemplo, era tan lindo que cuando lo acariciabas querías aplastarle la cabeza con tus propias manos? ¿nunca pellizcaste con mucha fuerza unos cachetes y eran tus manos que actuaban cargadas de amor? Ah, ¿no te pasa eso a vos? ¿ de verdad? ¿Es que tus sentimientos no son lo suficientemente fuertes? Entonces, me parece, voy a tener que pensar un poco en esto. Mis ganas de morderte esa nariz perfecta que tenés capaz no son correspondidas. Un beso en la nariz puede ser la ternura, pero la mordida pesa más porque está repleta de sentimientos poderosos. Y vos me decís que a vos no te pasa. Sentimientos poderosos son los que se manejan en esta relación, si a vos no te pasa lo mismo yo no puedo, se me tuerce la balanza. Y ni siquiera oses volver a decirme que esto que te digo no tiene sentido como acabás de hacer. Yo con las cosas a medias no. A mi, atravesame con tus sentimientos o soltame la mano y dejame caminar. No sigas, porque no vas a convencerme con tus palabras, esas apenas me rozan la mano.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Telescopio

Quisiera tener un telescopio
para poder mirarte
y ver en detalle qué pensás
o animarme a preguntarlo
para no intentar adivinar.

Quisiera entender más de tiempos
para no confundir el momento
y no querer viajar cientos
miles de cientos de años luz
en tiempo record universal.

Quisiera saber un poco más
de todo eso de lo que hablás
y no sentir que me falta viaje
para estar como a tu altura
sin llenarme de maquillaje.

Quisiera que todo fuera así
como salido de una película
y saber que es bueno el final
aunque no sepa atar el nudo
el desenlace siempre es real.

Quisiera saber usar el telescopio
para poder mirar tus tiempos
y saber más de tu viaje
pero que el final no nos encuentre
que la película no termine en el peaje.

Soles

Sale el sol. Sale como quien dice que está saliendo, pero en realidad está quieto, los que salimos somos nosotros. Salimos de la oscuridad, salimos porque vivimos dando vueltas. Y el sol alumbra todo, brilla de lo lindo el sol. No sabemos muy bien porqué, pero brilla. El otro día a mi me explicaron por qué el sol brillaba. Pero decían unas palabras que ahora no recuerdo, y además en ese momento estaba pensando en otras cosas que me quedaban más cerca y brillaban igual. Igual que el sol, que sale y brilla, brilla tanto que no  podemos verlo a los ojos para intercambiar miradas. De todas formas lo queremos, digo, yo lo quiero al sol. Es que no podríamos vivir sin él, y sin embargo, es tan inútil. Está ahí quieto, no trabaja nada. Está ahí para que lo miremos; pero apenas intentamos hacer contacto nos deja un poco ciegos. Y ni hablar del sol cuando se topa con las nubes. Las nubes lo tapan, pueden taparlo por días mientras bailan por el cielo, y el sol no hace nada porque se cree el centro de la galaxia. Aunque sí es el centro de la galaxia, dicen que la estrella más importante, que es tan importante que no podemos mirarlo. Por eso sale el sol, porque aunque no haga nada, viene y hace brillar todo. Y yo pienso que nos está saliendo el sol, pero también está todo lleno de nubes. Si el sol no brilla no veo bien, no veo porque aparte de tanto mirarlo me fui quedando ciega- Y no me sale tampoco dejar de mirarlo, porque el que sale es el sol. Y así como sale se va, quién pudiera averiguar a dónde, y vuelve más tarde. Ahí, justo cuando el sol se va, todo es más confuso. Como cuando hay nubes, como cuando no sabés muy bien porque mirás a alguien y brilla como si fuera el sol. Aunque no te esté alumbrando nada, brilla y no querés que deje de brillar, porque brillar le queda bien. Y porque si el sol no brillara andá a saber qué pasaría con nosotros, que giramos al rededor suyo como si fuera la estrella más importante, como si de verdad saliera todos los días para hacernos brillar también.
Qué importante que es el sol. Qué importante parece la gente cuando se hace sol.