lunes, 15 de agosto de 2011

Super ello

Una vez en un posteo de fotolog escribí lo siguiente: "Me agrada tanto el ello, que estoy considerando la posibilidad de ser un poco mas yo." Recién lo leía, porque me gusta volver a mirar cosas viejas, acordarme que pensaba, que decía, que me pasaba; volver a esas emociones. Poco sano, diría yo.
Fue muy bueno notar que desde hace ya tiempo pensaba esto. Esto del ello y el ser yo.
Hoy, quizás, mi super yo me está haciendo pensar de forma mas decente. Hoy, quizás, mi ello está más a la luz que nunca, despierto como nunca ha estado. Hoy, quizás, solo quizás; soy yo.*
De todas formas odio al ello y al super yo. También odio al que convirtió en conceptos estas cosas de la mente que es mejor no clasificar. Prefiero toda la vida solo ser.
Hola Sr. Freud.


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*Para comprender esta entrada es bueno conocer primero conceptos básicos del psicoanálisis de Freud (?)

sábado, 6 de agosto de 2011

Indiferente

Que mi nombre suena diferente, especial; no es nada especial, no me hace especial. Parece que soy diferente, que me comporto diferente, que pienso diferente. No soy nada diferente, no soy especial. Diferente parece interesante, y es interesante que parezca diferente.
Ni diferente, ni interesante; soy común, y a veces no alcanza.

Hola crisis, que bien que me hacés. Cuando quieras te podés ir. Quiero ser interesante, diferente, especial.

martes, 2 de agosto de 2011

Des-deseo

Hace una semana, aproximadamente, colapsé estúpidamente. Exageré, quise revolear cosas y patear otras. Sentí que estaba todo mal; no estaba nada mal en realidad pero yo creía que si. Tenía mucho que decir, y no podía decir nada porque me había quedado sin destinatario, y empecé a escribir desenfrenadamente, escribiendole a nadie; cosas que no publicaré porque no lo considero adecuado (?). Pero entre ellas, releyendo hoy, una frase me sorprendió:
"Creo que es mucho mas profundo que eso. Es sentir que está cayendose la estantería y entre tanta sensación de desastre vos podrías ser la victoria, un premio al esfuerzo mal logrado."
Automáticamente después de leer pensé que no se cayó ninguna estantería, está en su lugar, solo se cayeron algunos libros que rápidamente levanté. No hay tal desastre, repito, me gusta exagerar. Y además, lo mas importante es que las victorias tienen un mejor sabor; los premios son premios, no se padecen y las cosas no se miden como si fueran premios; sobre todo cuando en realidad no considero medirlo así.

En mi cumpleaños pedí tres deseos antes de soplar las velitas. No creo en la suerte ni en los deseos, nunca se cumplen y la suerte siempre es mala. Da igual, uno de los deseos era sobre Boca, siempre tiene un lugar; otro no me lo acuerdo, y el último fue groso "que no seas parte de mi vida y te desaparezcas de una vez". Algo así, creo estar segura de que dije algo así.
Días después me atreví a desafiar al destino y determiné que los deseos no se cumplían, yo hacía que no se cumplieran. Pero llegó un momento en que vi al deseo cumplirse, después descumplirse (y ahí decidí por completo que ese deseo no me caía bien), volverse a cumplir y tambalear, yendo y viniendo MUCHAS VECES, hasta hacer mucho ruido en mi cabeza. Capaz, por primera vez pedí un deseo que se cumplió.
Creí estar arrepentida de pedir ese deseo, pudo haber sido el premio al esfuerzo mal logrado, la victoria entre demás pestes (de nuevo, no hay tales pestes, fueron producto de mi mente). Pero repito, me repito, los premios son premios, se disfrutan, se ganan, no se padecen. No quería que fuera un premio, y no se padecen. 
No me arrepiento del deseo, solo deseo no haberte deseado después de desear no desearte. No creo en los deseos, los deseos nunca se cumplen.