Sueño con ser tu deseo prohibido, ese que no te animás a mencionar, y ni de lejos pensás en conquistar.
Imagino que no decís nada pero que en ocasiones pensás en mi, en lo bien que podrías pasarla, y lo que perdés eligiendo dejarme atrás.
Sueño que en realidad no sueño y que todo eso pasa de verdad; que tu secreto deja de ser secreto, y me lo venís a confesar. Ahora tu secreto es nuestro secreto, y empezamos a portarnos mal.
Sueño que te vuelvo loco pero, no te preocupes, ya tengo claro que ningún sueño es de verdad. Se que no pensás ni perdés nada, y al final de todo, eso tampoco está tan mal.
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