Espantosamente temprano, como todos los días, sonó el despertador
en mi bello celular (Priiiip, pripripipriiiiiip, pripripripripripripipriiiiip! así de feo suena el despertador del celular, cuando perdés la tarjeta de memoria con la música misteriosamente). ¡Mierda, diez minutos mas!
Veinte minutos después, logré estar lucida para poder debatirme (con mucho sueño) entre faltar a la facultad o no; porque Investigación publicitaria es una materia que en verdad no amerita semejante esfuerzo. Claramente, terminé escuchando a la voz de mi conciencia. Tenía que estar saliendo de casa y seguía en la cama, pero unos minutos tarde no le iban a hacer nada a nadie. Aproximadamente a las siete y treinta y nueve llegué al subte linea E. Me gusta, porque puedo salir mas tarde de casa, voy de la primera a la última estación y duermo feliz en un incomodo asiento.
Hola! uno, por favor. Soy tan rata, y tan forra, que no tenía suficiente dinero como para recargar la monedero (y un billete de cincuenta pe está perdido por algún lugar de mi cuarto). - No pasa nada si no me subo a este que ya está lleno - pensé - total, de todas formas no voy a llegar a las ocho.
Diez minutos mas tarde llegó otro subte, vacío, claro. Estaba esperando tan cerca de donde abría una puerta, pero la gente está en verdad muy alterada. Entré a presión y, ¡ aplausos para mi!, no conseguí sentarme. Lo raro era que había pasado mucho tiempo desde que habíamos entrado al vagón y el subte no arrancaba.
"Les informamos a los boleteros y al publico en general que la linea E funciona con demoras." ¡Claro! algo así tenia que pasarme, llevaba una racha de varios días con suerte (mentira, la noche del sábado-domingo perdí un aro). Muy tranquilamente pensé, que aunque viajara parada y el viaje fuera a tardar el doble, no había por que alarmarse; era Investigación publicitaría.
"Les informamos (no se a quien carajo le avisaba ahora) que los trenes de la linea E circulan entre las estaciones Plaza de los virreyes y San José." ¿Me estaán jodiendo? ¡¿me están jodiendo?! Buen, tengo que irme en bondi entonces, voy a llegar decididamente tarde. ¿O me voy a casa? No ya fue, estoy acá, sale facu.
Es muy gracioso, cuando vos pagás el viaje y se caga la linea, no te devuelven la plata; sino que te dan un lindo cartoncito que dice "pase" para que lo uses en otro momento. Yo necesitaba monedas para el colectivo, y fui a preguntarle amablemente a la señora cajera si podía cambiármela. Es obvio que no podía, pero le di lastima (o ella quiso dar lastima), y me ofreció regalarme un peso de su bolsillo que no acepté.
Me fui contando monedas de 5 centavos, mientras caminaba las mas lindas 5 cuadras del subte al bondi uno tres dos. un peso con veinte tenía, ¡que chistosa! me faltaban 5 centavos y en algunos casos soy muy mala para mentir y garronear el viaje.
El señor colectivero era muy simpático y me ofreció el pagar uno, veinte. El colectivo estaba vacío (raro). Me senté, y dormí acalambrándome el cuello hasta Montevideo y Paraguay; tres cuadras antes de llegar. Todo había vuelto a la normalidad (aunque es bastante normal que las cosas salgan casi mal).
Llegar, llegue a las 9:07 recién, y no entré a la clase mas al pedo de todas hasta el recreo. Pero mientras estudiaba en el pasillo (y Roig me saludaba una vez mas con un 'vallllllllleee', recordando mi nombre) pensaba un poco, cosas que venía pensando desde ayer. ¿Qué le pasa a la gente que solo quiere entrar al subte antes que los demás? ¿Por qué el transporte publico es TAN malo? ¿Por qué los noticieros dicen tantas pelotudeces y vivimos todos tan como el orto? ¿Por qué a la gente le cuesta tanto hacer algo bueno por alguien mas que uno mismo?
No encontré todavía (ni voy a encontrar) ninguna útil respuesta. Estoy en un periodo de extraña indignación con los sucesos de la vida, pero difícilmente encuentro ideas para empezar a cambiar algo, aunque sea desde mi. Y me come demasiado la cabeza pensar tanto, básicamente para nada. Eso lo solucionaré en otro momento, si.
Gracias Dios, el día siguió muy bien. Sol, Coca cola, y una dosis de inspiración y creatividad. Y hasta ordené un poco el cuarto. Eso superó todas las expectativas de miércoles.
Viva la vida.