A veces siento que las cenizas nunca son cenizas, que hay unas brasas medio naranjitas bien ocultas, y que los muertos renacen de las cenizas, muertos pero medio naranjitas también; como imaginarios.
Y todo en un minuto, yo estaba en la cocina, me abrazó por la espalda y me dijo al oído; que le encanta ir a la cama conmigo pero no quiere nada más.
Encendió un cigarro y me miró a los ojos, abroché su camisa y se cruzó de piernas. Y le encanta ir a la cama conmigo pero no quiere nada nada más.
Ella dijo y yo dije, no eres mi amor. Ella dijo y yo dije, no eres mi amor.
Ya eran las doce, debía irme de viaje, que suerte con la gira, que luego iba a llamarme; porque le encanta ir a la cama conmigo pero no quiere nada más.
Me dijo yo te quiero, aquí está mi cariño, ahora no me atrevo, es que ya no somos niños; aunque le encanta ir a la cama comnmigo pero no quiero nada nada más.
Ella dijo y yo dije, no eres mi amor. Ella dijo y yo dije, no eres mi amor.
Durmiendo en su casa, los jeanes en el suelo, mientras me abrazaba me dijo sonriendo; Manuel, me encanta ir a la cama contigo pero no quiero nada nada más.
Ella dijo y yo dije, no eres mi amor. Ella dijo y yo dije, no eres mi amor.
Sé que me estás buscando,también sé que te quiero, ahora no tengo tiempo, o quizás sea el miedo; porque a mí me encanta ir a la cama contigo pero no quiero nada más.
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