Estuve considerando seriamente la posibilidad de haber perdido mi alma. Capaz me la robaron o, no sé, la dejé irse sin darme cuenta. Capaz, incluso, fui yo misma quien la expulsé de mi cuerpo. Es un misterio que de ahora en más intentaré develar.
Hoy pasé cerquita de cuatro de esos perros que te ladran muy fuerte porque cuidan su hogar de los malechores, y ninguno emitió sonido alguno. Primero pensé que pasaba porque iba escuchando música, y como cantaba re lindo los perros me prestaban atención; pero me di cuenta más tarde del terrible suceso, mi alma no está conmigo.
Ahora que lo pienso, no es tan complicado verlo. Hace meses que no me siento yo en mi, con mis intereses, mis personas, en las cosas que hago. Lo tenía delante de mis ojos y no lo pude ver. No puedo ser yo en nada de lo que hago si no estoy acá conmigo.
Lo bueno es que estoy a tiempo de volver. Calculo que no voy a encontrar un papel que diga que en él reside mi alma y si me lo trago vuelvo a reírme de la vida - a.k.a. enfermita de Los Simpson -, pero almita, no podés haberte ido tan lejos porque sino ya ni podría darme cuenta de que no te tengo.
No tengo la menor idea de cómo haré para recuperarte, alma, ni que voy a hacer cuando te tenga de nuevo acá. Se que va a ser difícil, muy, muy difícil, porque me estoy acostumbrando a todo esto que no me banco más. Digo, porque está bien que vivir en piloto automático es medianamente fácil, pero sé que a este paso que voy no supero la prueba de los 27. No es que tenga una vida de excesos, es que una vida sin vida no es vida, ¡no lo és! Que no me gusten las cosas que hago todos los días, querer dormir sin parar, los desórdenes sentimentales, no preocuparme por cambiar, postergar todo porque los días se gastan antes de que pueda darme cuenta, no creer en nada de lo que creo, las pocas ganas de hacerme preguntas, LOS PERROS QUE NO ME LADRAN. Así no se puede nada, insisto.
Creo que necesito conseguirme un gatito, los gatos cuidan las almas de sus amos. No se si es cierto o lo acabo de inventar, pero un gato con una lunita en la frente me vendría bien. Si me vuelvo una super heroína medio puta en una de esas todo cobra sentido. O no, no seré heroína pero tengo un gatito para acariciar mientras planifico como volver a encontrar todo eso que deposité en mi alma antes de abrirle la puerta para que se vaya de paseo.
Siempre dicen que el primer paso es reconocer que hay un problema. Dicen también que saber y no hacer es inútil. Así que estoy en la fase más inútil y sin alma de la misión para la recuperación de mi alma. Gran momento.
Bueno, quería que lo sepan todos nomás, que sepan lo que yo ahora creo que sé. Los dejo, te dejo blog, tengo que ir a comprar un medio mundo para pescar. Aunque capaz me lo llevo todo.
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