Hoy me levanté muy temprano, me quedé hasta más tarde en el trabajo, me me molestaron la rodilla y el pie izquierdo, viajé en un colectivo lleno de personas, vi cómo asaltaban una almacén, no conseguí algo que quería comprar, me dolió la panza, me quise poner a llorar, me fui a cortar el pelo, me hicieron esperar como una hora y no me lo cortaron lo suficiente, y hasta lo arruiné dando un tijeretazo estúpido de autosuficiente que se cree capaz de cualquier cosa en donde no iba. También le escribí después de meses, no sé porqué; y, claro, no me constestó porque no.
Al final lo unico que necesitamos para lo que lo demás funcione es a alguien que esté. Esa es la única y finalísima conclusión. Tengo además la certeza de que ya no soy la que era, aunque de a ratos no sepa quién soy.
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