sábado, 20 de octubre de 2012

Mal sueño

Anoche soñé que estaba de viaje con algunas personas que yo conozco pero no se conocen entre sí. Uno de ellos robaba un auto muy caro que estaba en muy mal estado, y manchaba de pintura plateada a todo el que se acercaba. Con el auto planeábamos volver del viaje, pero andaba como fuera de control, y por eso empezaba a perseguirnos la policía. La persona que lo manejaba no tenía registro, y teníamos que llegar rápido a mi casa para ir a no sé dónde. Yo me la pasaba todo el viaje enojada y gritando desesperadamente. 
Finalmente llegábamos, las puertas de mi casa estaban tapiadas, estaba todo oscuro y medio en ruinas; y nosotros estábamos, de repente, todos vestidos de gala. Yo tenía un vestido largo con brillos plateados pero estaba muy despeinada. Un par de personas se esfumaban en el aire mientras entrábamos a mi casa, y mientras tanto la policía no dejaba de buscarnos. Nos habían seguido todo el viaje, pero a nosotros solo nos importaba estar listos a tiempo para la fiesta. Intentaba ponerme rápido unos aros enormes de diamantes y unos zapatos igual de brillantes, con un taco altísimo, mientras me apuraban para salir a hurtadillas sin que la policía nos viera. Yo peleaba histéricamente, me negaba a entrar de nuevo a ese auto destrozado, porque además de que iba a ensuciarnos a todos de pintura, los policías iban a reconocernos enseguida y así nunca íbamos a llegar. Nadie me hizo caso, y salimos entonces. Sacamos algunos tablones de la puerta y nos mandamos al auto, arrancamos enseguida y como nos vio la policía, intentamos perderlos yendo a una velocidad que todavía me da vértigo. En ese momento sentí una adrenalina espantosa y punzante, una desesperación y la pregunta que me salía era ¿Por qué a mi? ¿por qué todo esto? En ese instante me di cuenta de que era todo un sueño, porque en la vida real nunca había sentido esa angustia tan horrible, no había fiesta a la que llegar, ni vestido, ni aros de diamantes.

Me desperté, encendí el celular, y anoté el sueño en mis notas. Siempre que me despierto a mitad de la noche anoto mis sueños porque quiero recordarlos a la mañana siguiente. Quiero recordarlos a todos porque son cruentamente reales y muchas veces perturbantes. Y todas esas cosas horribles que salen de mi mente tienen que significar algo en la vida real, estoy segura.
En este contexto puede cobrar sentido que yo sueñe también con ser un poco mala. A veces ser transparente, sincera y algo así como triste-compasiva puede ser el peor castigo de una persona. Si a mi me hubieran regalado un poquito de maldad adentro de un salero quizás podría condimentar mi vida de otra manera. Ser tan obvia y siempre tolerante, comprender y aceptar, querer tender una mano y que mis únicos conflictos con los demás surjan cuando me equivoco "sin querer", por favor, eso si que es aburrido. ¿Será por eso que en mis sueños pasan todas las cosas espantosas que en la realidad no existen? Si pudiera contar cada uno de mis sueños y elegir una partecita de cada uno para vivir mi vida sería más bien un despropósito.

Quiero dejar de escribir sobre mi como si yo fuera el centro del mundo. Para eso primero necesito dejar de soñar con ser muy mala, porque la clave de correrme del medio es ser un poco más buena conmigo. Soy el único lugar en el que dejo ser a la maldad. Y en realidad lo que quiero es que mi vida sea un despropósito.

0 imaginantes:

Publicar un comentario