martes, 20 de diciembre de 2011

Fanatía

Él era fan de los puntos suspensivos,
yo era fan de él.
En vano era su fan,
pero era suya.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

De que cosas pienso acerca de mi

No me vengan con boludeces. Ni optimista, ni alegre, ni ilusa, ni que ocho cuartos. Bueno, ilusa sí, pero a ninguno de ustedes le interesa como soy, ni siquiera lo saben aunque se atribuyan conocerme. A mi no me importa que lo sepan tampoco, si no saben por algo será.
¿Para que carajo me busca la gente si lo que tenga para ofrecerles no va a servir para una mierda? Estoy cansada del "bueno pero vos porque tal cosa", "vos porque tal otra", "vos porque te va bien", "vos porque sí". ¡Cállense! ¡No me hablen! No me banco que la gente me hable acerca de mi, vayanse a hacer sociales con otro, no tengo nada que les sirva, no me hagan creer que sí, chau.. Yo porque nada, no me sale todo bien, NO!
Me estoy por recibir y no me emociona. Mi trabajo no tiene NADA que ver con mi carrera, y me cago en que trabajo 4 horas y cobro mucho más de lo que mi labor amerita. Me va como el orto en cuestiones afectivas, siempre. Me quedo dormida siempre y en todos lados. Soy más desorganizada que todos los miembros de la Asociación de Sujetos Desorganizados, juntos. Apruebo sin estudiar, pero también desapruebo y mis notas son una mierda, además tengo que hacer el doble de esfuerzo para dar un final por no haber hecho un carajo antes. Dejo todo por la mitad, pero todo. Y, no se que carajo voy a hacer ahora que termine la carrera y siga siendo tan yo y tan poco licenciada, como siempre. 
¿Ven? ¿Ven cuántas cosas me salen mal y me molestan? Podría seguir enumerando. Mi sonrisa, si quieren decir que siempre tengo una sonrisa, aunque disiento, se debe a que me cago en todo eso. Estoy viva, y me basta para no padecer sin parar. Y sí, me cago en todo porque creo que soy lo menos. Sobre todo me cago en que cada vez que intento transmitirle algo de mi a alguien, termino quedando como una autodeclarada super heorina insoportable y provoco que lo único que quieran los demás sea sacarme de su vista y tengan algo de compasión para conmigo; por lo mal que me sale todo y lo mucho que, aparentemente, le sonrío a la vida. Ponele que yo la paso tan mal como vos, pero ocupo el espacio de mi cabeza con cosas mejores, menos relevantes, pero menos insufribles también.
Olvídese cualquier persona, empezando ahora,  de osar hablarme de mi optimismo, mi sonrisa, mi alegría y todas esas forradas a las que no soporto poseer. La vida es una mierda pero vamos a hacer que sea linda, como sea, aunque no sepamos nada, aunque hagamos todo mal, todo el tiempo. Si al final nada de todo esto es importante de verdad, ¿Qué carajo nos queda sino?
Que asco, que optimista y fracasada soy. Viva la vida.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Para que sepas

No se cual es el límite. Qué cosas pueden decirse abiertamente y qué otras no. Acabo de decidir que eso ya no me importa. Estuve una hora escribiendo en pequeños e inútiles papeles. No me sirve escribir si nadie lee, si en realidad escribo cosas que no digo para que no se ahoguen adentro mío. Así que, aunque mis palabras tengan un destinatario, las dejaré flotar en este espacio. Estimo no muchos de ustedes las leerán, el texto será largo, aburrido, y ajeno a sus vidas. Pero quedaré conforme al publicarlo. Palabras que salen de mi cabeza para ocultarse en papeles guardados no salen de mi cabeza. Quizás así tampoco, pero no van a estar solo conmigo. Además ustedes, si es que existe algún ustedes, no saben de quién hablo, y ese "quién" probablemente jamás lea y si lee no me lo hará saber. Así que es lo mismo, y voy a detener ahora esta innecesaria introducción.

Tengo, tenemos, claro que yo puedo vivir sin vos. Lo se, estoy segura de eso. El tema es que esa nunca fue mi intención. Intentarlo, digo, eso de vivir sin vos. No es tampoco que fueras tan especial, yo no quiero que seas para mi nada que yo no sea para vos. Podríamos haber llegado a algún lado razonable. Ni tanto, ni tan poco, algo juntos, lo necesario, lo suficiente. El problema fueron las cantidades, las desmedidas cantidades de todo.
Mis miedos, tu impulso, nuestras ganas (siempre a destiempo), mis esperanzas, mi afectuosidad, tu nada, mi todo, la indiferencia, tu exageración (y la mía), mis ganas de salvarte de no se qué, tus pocas ganas de ser salvado, tus miedos, la culpa, todo lo demás, y tu nada, de nuevo.
Aunque parezca que no fue nada, porque, quizás, técnicamente no lo fue; es tanto todo que las desmesuras nos taparon hasta que nos hundimos, simulamos salir a flote, y volvimos a caer en nosotros. Caer, en verdad nadie cayó. Yo, aunque sea, ya no tengo esa sensación de asunto pendiente. Vos, no se, nunca lo supe. No porque no lo viera en tus ojos, que poco los vi, sino porque nunca lo dijiste. Estimo que eso es todo, que no puedo esperar aunque sea un "adiós" de verdad, porque de tres idas solo una fue avisada, y ninguna fue vuelta. Aunque tampoco fueron idas, porque acá estás, aunque no estés.
En serio, nada es tan grave, pero no entiendo, no voy a entender tu bloqueo, esa barrera, el otorgarme tan poco lugar para lo que fuera. Culpa, o el hecho de que yo "esté loca", no son excusas. Entre el "nadie me entiende como vos" y el "si te portás bien" hay un abismo al que, creo, prefiero no descifrar. Es que si lo hago, me encuentro de lleno con que de verdad tenés problemas y serios. O tal vez sucede que sos un reverendo hijo de puta, que no podés mirar mas allá de vos y tus pelotudas penas, y tu fucking pasado al cual añorás cada día de tu vida para no transitar el hoy. Entonces, vivís pensando que provecho podés sacar de los demás, si no vas a tener otro remedio que vincularte con quien se te acerque.
"Y no importa si hace tiempo vos lloraste por mi, te voy a decir que estabas loca para que te avergüences y me escuches, sin tener que disculparme por ser un conchudo, te voy a contar mis problemas, voy a confiar en vos, y cuando se me pase voy a procurar que no quieras volver, y si volvés, voy a ignorarte porque ya no quiero que me escuches o me banques, no te necesito."
Mis esfuerzos están puestos en pensar que no sos así, digamos, parece que lo sos con todas tus fuerzas y ahí reside el porqué de tu culpa. No importa casi nada cuanto nos toquemos, hasta ahí me pareció bien. Ahora, esa vil manera de abusar de mi disponibilidad para confiarme la miseria de tu vida y obligarme a que no intente hacer nada por ella. Es el acto más horrible que jamás alguien hizo por mi, tenés el honor.
Esa es la cuestión, puedo vivir sin vos, puedo, de hecho creo que es un alivio. De todas formas no lo hubiera elegido, no por ahora. Me doy la cabeza contra las paredes muchas, muchas veces antes de resignarme a perder. Pero no sirve de nada, no soy la Mujer Maravilla, y nada queda por hacer con vos.
Una vez me dijiste que querías eliminar casi todo lo que habías vivido en tus últimos años (insisto, nada es tan grave), pero también dijiste que yo quedaba "del lado de lo bueno, de lo no dañino, de los no me arrepiento". Nunca entendí tus señales, creo. Más bien, nunca fueron señales sino palabras escupidas al voleo. Si hubieras pensado un poco más... demostraciones (falsas?) de afecto, invitaciones, promesas, cosas que nunca hiciste; además de cosas horribles que no mencionaré pero no consigo desterrar de mi odiosamente hábil memoria. El caso es que lamento, de verdad, no poder decir lo mismo de vos. Que sos un recuerdo de los lindos, o que sos más que un recuerdo. Es mi culpa no haber dejado de pasarla mal todo el año, pero decididamente, es la tuya no haber frenado esto a tiempo, o lo que sea. Un no (o un sí) hubiera cambiado todo. Pero un no de verdad. Un maldito pase de salida que demostrara que no sos un hijo de puta sino que simplemente no sos para mi ni yo para vos. No cambia nada que ya esté implícito entre nosotros hace tiempo. Decirlo sería dilapidar de una vez las señales confusas, hacerme sentir menos insignificante e incluso hasta ahorrarte un problema. Pero no, nada más que silencio, y al silencio lo interpreto yo, como quiero, como puedo.
Una parte de mi me dice que me equivoco, que en realidad sí hay una parte tuya que se acuerda de mí y también se equivoca. Que no es solo tu debilidad, o agrado, o piel, o que carajo. Y no es que esté volando muy alto o deseando de más, para nada creo en mi. No me siento irresistible ni, mucho menos, indispensable. Es que de verdad no se me va la sensación de que una parte de vos no piensa como vos, y ahí estoy yo, con algo de lugar, archivando tus recuerdos viejos.
En el caso de que esta teoría fuera, cierta me gustaría que pudieras hacérmelo saber, aunque sea para saberlo y nada más. Pero como se que no, que no lo harías, porque ni siquiera me obsequiaste un "cómo estás vos?" cada bendito día que te escuché lloriquear, me quedo con la idea de que no soy nada y así el mundo conserva su equilibrio.
Aunque puedo vivir sin vos, se que puedo, yo lo hubiera desequilibrado todo.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Pasada

Es cierto que todo pasa. Yo creía que las cosas permanecían. Alguna vez todo me pareció eterno, pero casi nada es eterno. Que las cosas permanezcan solo a veces depende de mi, y algunas cosas no tienen que permanecer, se extinguen, aunque intente que suceda lo contrario. Y yo siempre intento que suceda lo contrario. No me gusta que casi nada sea eterno, entonces intento que suceda lo contrario, hasta que me sangren las yemas de los dedos de intentarlo, aunque no tenga sentido; porque no creo eso de que la gente pueda ser pasajera, no me gusta nada hacerme a esa idea. No me gusta la idea de ser pasajera para los demás, que me bajen de su tren. Yo los llevaría a todos conmigo. Pero si no me eligen yo no puedo elegirlos, que injusto es. Se van amigos, te vas vos, se van todos. Todo cambia y yo permanezco, siempre, no se, ¿para qué cambiar? Si me siento bien así, en este viaje, ¿por qué la vida me obliga a cambiar y no permanecer? Y no me queda otra, no puedo solamente permanecer porque nada permanece, nadie permanece. Permanezco sola, tanto que dejo de pertenecer, y permanecer ya no tiene pertinencia.
Por eso los recuerdos no sirven. Guardan cosas a las que hay que dejar ir, soltarlas para poder vivir y fabricar nuevos recuerdos a los que más tarde va a haber que soltar de nuevo. Los recuerdos nos retienen en lo que no permanece y nos nublan el entendimiento. No nos dejan ver que todo es pasajero, y que lo que ya no es no sirve. Nos dejan quietos en el pasado, esperando que algo sea eterno. Pero casi nada es eterno, nadie permanece, de a poco todo se extingue. Aunque mis recuerdos, aunque yo intente lo contrario.

Necesito que alguien me saque estas raíces de los pies, yo no quiero permanecer sola. Y sigo recordando cada palabra tuya, aunque fueran todas pasajeras, aunque estuvieran vacías de contenido. Quiero que alguién me suba a su tren porque del mio todos se bajan. Insisto en la idea de permanecer.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Retrocedo

Cinco minutos. Cinco minutos para decirte en la cara cómo y porqué te quise. No se de que manera, pero te lo diría. Puedo jurar que te tambalearías y tus ojos se perderían en los míos gritando que sí, cuando de tu boca salga un no que elija la estabilidad.

Retrocedo veinticinco millones de pasos y más.

lunes, 24 de octubre de 2011

Todos los días

Hoy
se
me
dio
por
extrañar
cosas
que
nunca
tuve.

jueves, 20 de octubre de 2011

¡Magia!

Hoy quiero hacer como hacía antes, que escribía sin pensar de más en nada, ni en NADIE; que abría una nueva ventana de post y empezaba a teclear lo que pasaba por mi mente, sin necesidad de transformarlo en otra cosa.

Estaba mirando una vidriera hoy. Cosa rara las vidrieras. ¿A quién se le ocurrió por primera vez exhibir mercaderías para seducir a transeúntes que caminan por la vida con las defensas bajas? Si creen que estoy diciendo una estupidez, intenten pensarlo ustedes también.

Todo esto es una locura. Nosotros también lo somos. Capaz mi mente vuela demasiado, pero la vida es ciencia ficción en estado puro. Caminamos, hablamos, escribimos, nos movemos, nos vestimos, creamos modas, inventamos el dinero, tenemos diferentes idiomas. Nos cortamos el pelo, con anteojos vemos mejor, usamos anillos, aprendimos a influenciar a los demás, estudiamos, nos amamos, vamos a trabajar todos los días, tenemos internet, aparatos que toman nuestros movimientos y nos perpetuan en fotos. Tenemos autos, colectivos, subtes, trenes, y, como si eso fuera poco, un sistema organizado de transporte. Le pusimos nombre a los colores, consumimos y creamos publicidad para convencernos unos a otros de cosas, tenemos negocios con vidrieras, usamos zapatillas que llaman la atención de los demás. ¡No me jodan! a mi no me jodan, esto no es tan común.

Y estuve pensando, quizás, que me molesta un poco que a todos todo les parezca tan normal. La vida es una locura, que yo esté escribiendo acá es una locura. Y estoy muy contenta, ¡porque esto quería! Volver a ver todo con estos ojos estúpidos que se asombran de la realidad; sorprenderme de lo mágico que es que mi cerebro haga que mis dedos escriban en un teclado lo que está pensando, sorprenderme de todo como si nunca hubiera conocido nada.

Eso, quiero que quienes lean esto miren a los costados, y no puedan creer que exista todo lo que tienen a su al rededor. Mi cama, el monitor, el celular con internet, las lapiceras que están arriba del escritorio, mi máquina de coser, el estante lleno de libros cargados de letras e ideas, el ventilador de techo, la tele, el velador, toda la ropa que está en mi placard, las fotos que me miran desde el corcho, y yo misma sentada en un banco escribiendo cosas que a pocos les interesa leer. Todo. Todos nosotros somos ciencia ficción, y somos tan reales a la vez, que yo no dejo de asombrarme.

Lo fantástico es que todo esto lo dije sin siquiera nombrarte a vos. Auch, tenía que arruinarlo. Bueno, igual no estás. Te fuiste, chau.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Sueño deliberado

Cielo, gente que vuela, vos. Esfumarse, tu caídaEl encuentro.

sábado, 8 de octubre de 2011

Sin dormir;

Sueño con ser tu deseo prohibido, ese que no te animás a mencionar, y ni de lejos pensás en conquistar.
Imagino que no decís nada pero que en ocasiones pensás en mi, en lo bien que podrías pasarla, y lo que perdés eligiendo dejarme atrás.
Sueño que en realidad no sueño y que todo eso pasa de verdad; que tu secreto deja de ser secreto, y me lo venís a confesar. Ahora tu secreto es nuestro secreto, y empezamos a portarnos mal.
Sueño que te vuelvo loco pero, no te preocupes, ya tengo claro que ningún sueño es de verdad. Se que no pensás ni perdés nada, y al final de todo, eso tampoco está tan mal.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Flash-back

Y cuando vi tu cara,
aparte de volar en mil pedazos, pensé,
que en mi imaginación eras más lindo.
Sos lindo igual.
Alguien que me diga que no.


- Escribí mil cosas este tiempo, el 99% de ellas no-publicables. Voy a hacer una revisión y ya tiraré algun paso (?) por acá. Extráñenme (a quién le decía) -

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Esperanza

Quiero que me pise un elefante, que me duela todo más de lo que nunca en la vida me dolió, que me de amnesia temporal, olvidarme de todo por un rato largo; y, cuando me vuelva la memoria, acordarme primero de lo que me dolió que me pise un elefante.

-

La vista nublada. El sol quemando las ideas. La música revelando verdades horribles. Hay formas diferentes de vivir que no conocía y que no me gustan para nada, era cierto lo que me decías esa vez. Necesito que alguien me despierte.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Sol y tormenta


Hacía muchos días que no estaba todo tan soleado como ese. Amaba al sol, como hacía brillar las cosas, la calidez de la que la llenaba cuando caminaba pisando su luz en las veredas. Pero sin embargo, el sol no era suficiente para que sonriera, de hecho, hasta quería llorar. No sabía dónde había olvidado su buen humor habitual. Generalmente, nada la perturbaba de esa manera, y no entendía cómo había llegado a sentirse así.
Siempre le había dado vergüenza llorar en público, así se había aguantado muchas veces el llanto, en muchas ocasiones, por varios y diferentes motivos. Nunca había entendido por qué le daba vergüenza, pero muchas cosas le daban vergüenza así que no se lo preguntaba demasiado.
En ese momento estaba siendo muy costoso devolverle la sonrisa al sol, sentía que caminaba más despacio de lo habitual, casi se había olvidado de lo que le había dolido el pie días atrás. Acababa de hacer unas compras y cargaba con sus abrigos en brazos, tal vez eso la hacía llevar un ritmo lento al caminar. Mentira, no era eso, sabía que caminaba lento porque quería llorar, porque pensaba que quizás, caminando lento, podía transportarse a otro lugar en el que todo doliera un poco menos. No era el pie lo que le molestaba, ni que lo que cargaba le hiciera doler el brazo y la espalda; tenía imágenes, palabras, cosas en la cabeza que no podía borrar. Algunas eran felices y el dolor parecía volverse placer, otras sonaban fuertes y cortantes raspando algo adentro suyo, el resto eran espacios vacíos que nunca había conseguido llenar más que con su imaginación y expectativas, de esas que al final nunca se cumplen.
No supo como pasó, pero se vio en la vidriera de un local y lloraba. Lloraba y sentía que todos la miraban. Ahora estaba llena de vergüenza además de sentirse invadida por todas esas cosas que solo conseguían hacerla llorar más. En realidad, no sabia si estaba llorando de verdad. No había alcanzado a ver a través de ese vidrio si alguna lágrima caía por su rostro. Daba igual, pensó, porque ella sabía que ya lloraba por dentro.
No sabía con certeza porque era tan fuerte eso de querer llorar. Recuerdos buenos, espacios vacíos, nada le había parecido nunca tan serio y grave como para ponerse así. Creía que había superado muchas de las cosas que en ese momento la aturdían. Pensaba en él, pensaba en ellos. En realidad no sabía nada de ningún ellos. Había armado, de nuevo, un rompecabezas imaginario juntando y rellenando a su gusto los espacios incompletos con cosas que no conocía en verdad. Inventaba momentos felices protagonizados por ellos, que la llenaban de esa nada que la hacía sentir vacía aunque conservara todos los órganos de su cuerpo; inventaba esa felicidad rebalsando de los dos, que hubiera notado a simple vista con tan solo verlos en una foto juntos, si esa foto hubiera existido. Seguía inventado, pero inventaba todo lo que había soñado para ella, para ellos, cuando el ellos la incluía en la ecuación, esa ecuación que nunca dio resultado. Pensaba en más, en todo lo que no le salía todos los días de su vida, todo lo que no le gustaba, en todo eso en lo que había aprendido a conformarse y sonreír. Hoy no tenía ganas de sonreír por nada, ni por el sol, ni por las compras, ni porque ya no le dolía el pie; porque incluso hasta el pie se cansaba de ella y estaba volviendo a molestarle.
Caminaba y sentía que la gente seguía mirándola, la miraban fijo, la miraban con lástima, sentía que todos sabían lo que le pasaba y se reían de ella; efectivamente lloraba en público, porque sino nadie la hubiera mirado así. En cada lágrima una imagen se iba. Primero una feliz, después alguna palabra de las que lastimaban, después algún espacio vacío, después alguna invención sobre ellos, después esas cosas que siempre le salían mal, volviendo a empezar enseguida con las imagenes felices, que no eran muchas pero habían echado raíces profundas adentro suyo llenando todo de flores que ahora estaban marchitas y ocupando lugar.
Había dejado de llorar, o quizás nunca había llorado. Tenía que dejar de inventar cosas. Tenía que saber que casi todo en la vida era reemplazable; y más aún, todo eso a lo que le daba más importancia de la que, intentaba convencerse, debía tener. Ella no podía dejar de inventar, o restarle importancia a todo lo que había ocupado su vida, su tiempo, sus ratos libres y sus sueños los últimos nueve meses.
Nueve meses era demasiado, algo tenía que poder hacer. Por ese entonces decidió que lo primero era dejar de llorar, aunque todavía llorara por dentro. No iba a doler por mucho tiempo más, o al menos eso esperaba; entonces se dijo: "Desde este preciso instante estoy intentándolo"; y creyó convencerse de que por primera vez en varios meses iba a intentar, de verdad, cumplir con alguna de las cosas que se había propuesto; con la ilusión de que todo lo que la atormentaba iba a convertirse pronto en un recuerdo, de los que se archivan y son solo recuerdos. Recuerdos que no molestan ni hacen llorar.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

C R I S I S
El blog se encuentra clausurado
por salubridad hasta nuevo aviso
Necesito acordarme de cómo se escribe
después de meses de pensar en VOS alta

viernes, 2 de septiembre de 2011

Desfasaje secuencia verdad

Manejo la teoría de que lo que uno es, lo deposita en el otro por medio del contacto. Un contacto especial, ese en que se intercambian las almas por un rato, una mirada, un roce, algunas palabras, de esas que resuenan profundo. El camino se puso un poco sinuoso.
Siento que logré mi cometido, y algo de mi se quedó en vos, aunque solo lo vea yo. Siento que logré mi cometido, pero a cuestas de mi cometido, y perdí todo lo que se quedó con vos. Me quedé con los restos de nuestras miserias, y casi solo con eso. Necesito ese algo de mi que tenés vos, de nuevo conmigo.
Es que no se desde cuándo miro películas buscándome en las emociones de personajes inventados, no se desde cuándo me quejo tanto, desde cuándo soporto tan poco a la gente; y menos que menos, no se tampoco desde cuándo tengo tantas ganas de mostrar lo peor de mi.
Que no sabía que mi cometido era mucho mas chico que lo que en verdad sucedía. No porque fuera una gran historia, sino porque dibujaste el primer manchón de tinta negra en los manuscritos de mis días; y lo hiciste con los tuyos. Cumplí mi cometido y pagué otros platos rotos. Me quedé sin contacto y se me terminó la nafta casi antes de arrancar. Y lo perdí yo. Tal vez tenía que perderlo, o nunca lo tuve; y fui demasiado ilusa en un segundo comienzo, con la vista libre de manchones negros en ese entonces.
Tiempos diferentes; idiomas iguales, diferentes; ideas diferentes; momentos diferentes; síntomas iguales; miradas diferentes. Creo que siempre tuve razón y, recién ahora, veo que nunca debí dejar de creerme; mucho antes de lo que me creí este último tiempo; mucho antes de eso, mucho antes de que vos fueras vos; recién ahora, mucho (no tanto) después de vos.
Y sin embargo sigo pensando en eso del contacto, y tu mirada.

lunes, 15 de agosto de 2011

Super ello

Una vez en un posteo de fotolog escribí lo siguiente: "Me agrada tanto el ello, que estoy considerando la posibilidad de ser un poco mas yo." Recién lo leía, porque me gusta volver a mirar cosas viejas, acordarme que pensaba, que decía, que me pasaba; volver a esas emociones. Poco sano, diría yo.
Fue muy bueno notar que desde hace ya tiempo pensaba esto. Esto del ello y el ser yo.
Hoy, quizás, mi super yo me está haciendo pensar de forma mas decente. Hoy, quizás, mi ello está más a la luz que nunca, despierto como nunca ha estado. Hoy, quizás, solo quizás; soy yo.*
De todas formas odio al ello y al super yo. También odio al que convirtió en conceptos estas cosas de la mente que es mejor no clasificar. Prefiero toda la vida solo ser.
Hola Sr. Freud.


______________
*Para comprender esta entrada es bueno conocer primero conceptos básicos del psicoanálisis de Freud (?)

sábado, 6 de agosto de 2011

Indiferente

Que mi nombre suena diferente, especial; no es nada especial, no me hace especial. Parece que soy diferente, que me comporto diferente, que pienso diferente. No soy nada diferente, no soy especial. Diferente parece interesante, y es interesante que parezca diferente.
Ni diferente, ni interesante; soy común, y a veces no alcanza.

Hola crisis, que bien que me hacés. Cuando quieras te podés ir. Quiero ser interesante, diferente, especial.

martes, 2 de agosto de 2011

Des-deseo

Hace una semana, aproximadamente, colapsé estúpidamente. Exageré, quise revolear cosas y patear otras. Sentí que estaba todo mal; no estaba nada mal en realidad pero yo creía que si. Tenía mucho que decir, y no podía decir nada porque me había quedado sin destinatario, y empecé a escribir desenfrenadamente, escribiendole a nadie; cosas que no publicaré porque no lo considero adecuado (?). Pero entre ellas, releyendo hoy, una frase me sorprendió:
"Creo que es mucho mas profundo que eso. Es sentir que está cayendose la estantería y entre tanta sensación de desastre vos podrías ser la victoria, un premio al esfuerzo mal logrado."
Automáticamente después de leer pensé que no se cayó ninguna estantería, está en su lugar, solo se cayeron algunos libros que rápidamente levanté. No hay tal desastre, repito, me gusta exagerar. Y además, lo mas importante es que las victorias tienen un mejor sabor; los premios son premios, no se padecen y las cosas no se miden como si fueran premios; sobre todo cuando en realidad no considero medirlo así.

En mi cumpleaños pedí tres deseos antes de soplar las velitas. No creo en la suerte ni en los deseos, nunca se cumplen y la suerte siempre es mala. Da igual, uno de los deseos era sobre Boca, siempre tiene un lugar; otro no me lo acuerdo, y el último fue groso "que no seas parte de mi vida y te desaparezcas de una vez". Algo así, creo estar segura de que dije algo así.
Días después me atreví a desafiar al destino y determiné que los deseos no se cumplían, yo hacía que no se cumplieran. Pero llegó un momento en que vi al deseo cumplirse, después descumplirse (y ahí decidí por completo que ese deseo no me caía bien), volverse a cumplir y tambalear, yendo y viniendo MUCHAS VECES, hasta hacer mucho ruido en mi cabeza. Capaz, por primera vez pedí un deseo que se cumplió.
Creí estar arrepentida de pedir ese deseo, pudo haber sido el premio al esfuerzo mal logrado, la victoria entre demás pestes (de nuevo, no hay tales pestes, fueron producto de mi mente). Pero repito, me repito, los premios son premios, se disfrutan, se ganan, no se padecen. No quería que fuera un premio, y no se padecen. 
No me arrepiento del deseo, solo deseo no haberte deseado después de desear no desearte. No creo en los deseos, los deseos nunca se cumplen.

domingo, 31 de julio de 2011

Mediasombra

Autoboicotearme. Arruinarme. Sabotearme. Dictar mi propia sentencia, declararme culpable. Escribir en blocs de notas cosas que capaz algún día puedo llegar a decirle a alguién. Repetir en voz alta muchas veces lo mismo. Convencerme de mentiras. Echarme la culpa, aceptar tener la culpa, no tener la culpa. No entender cosas que sí se ven claras. Querer entenderlas mirando para atrás, sin tener que mirar. No admitir cambios, no aceptar los cambios. Perder la sintonía, irme de mambo, derrapar. Pensar mal. Exagerar. Sanar. Florecer.

jueves, 28 de julio de 2011

PLUM

Luchas internas. Descontrol. Desorden.
Descubrimiento. Doble visión. Luces de neón, intermitentes.
Nadie nunca entendió nada. Era muy fácil.
Enfermedad. ¿Quién pierde más?
Digo, estoy hablando de mi.
Mi centro soy yo, aunque no.
En el fondo estoy contenta.
Hola.

martes, 19 de julio de 2011

Solo si yo lo creo

Que no puedo escribir sobre otra cosa. Que estoy loca. Que no puedo controlar mis impulsos. Que estoy mal. Que no sirve nada. Que no puedo dejar de hacerme la cabeza por cualquier pavada. Todas esas cosas son ciertas solo si yo me las creo, y si yo creo que me las creo y que son ciertas.
Prueben esto, es un buen ejercicio. No hacer nada de lo que tenías que hacer y dormir una siesta de una hora y media. Importante, antes, poner en duda todo lo que crean de ustedes, todo lo que les digan que ven de ustedes. Después de eso, solamente resta dormir. [La Nación: Recomendable, le doy 4 estrellas. - Tiempo Argentino: Valle estuvo muy bien, háganle caso. Uno y uno para que vean que de todos los sectores se obtuvieron buenas críticas (?)]
Entonces, una por una, todas las cosas que no me dejan pensar con claridad cayeron sobre mi cabeza como un balde de agua. Estaba tan fría que dolía, y dolió tanto que empecé a preguntarme: ¿Estoy loca? ¿Hago todo tan mal? ¿Soy un desastre? ¿Mi locura (en el caso de que exista) me hace insoportable? ¿Tengo que cambiar todas mis actitudes negativas de manera tan terminante? ¿Me va tan mal? ¿Mi cuarto es un asco porque mi cerebro está hecho un asco? ¿Existe Papá Noel o es como riBer? ¿Hace falta que siga pensando tanto todo?
Voila, ¡un par de preguntas nomás! entre otras que ahora no tengo ganas de reproducir. Lo mejor es que pude responderlas todas, o casi.
¿Estoy loca? solo si yo lo creo. Y si los demás me ven como una loca, demente, maniática, lo que sea, es porque yo me muestro así, porque es la imagen que quiero dar; y ya no más. ¿Hago todo mal? solo si yo lo creo, nadie dice qué está bien y qué mal. Si hago las cosas de una manera, me hago cargo. Si me comporto como loca y después me arrepiento, me hago cargo; y ¡mierda!, o me felicito por ser como soy o cambio de actitud, y listo. ¿Soy un desastre? Esa es complicada. Estoy casi segura de serlo pero, como acabo de decir, soy un desastre SO LO SI YO LO CREO. Si estudiaste la noche anterior pero te sacás 10, Valle, no sos un desastre. Si llegás tarde a trabajar pero haces tus tareas rápido y te sobra tiempo, Valle, no sos un desastre, querida. No se de donde saqué esa ideas de qué cosas están bien y qué otras no, y de que yo estoy del lado de todas las que no están bien.
De más está decir que no soy insoportable. Golpeenme con un palo de amasar en la cabeza cada vez que atine a creerlo, a seguir creyéndolo. Y si piensan que soy insoportable, háganmelo saber; se agradece. Del mismo modo, no puedo cambiar todas mis actitudes negativas, nadie puede. Y, todas esas supuestas actitudes negativas, no son ni un cuarto negativas de lo que creo negativas que creo que son. Que equivocada estoy a veces.
La palabra asco es demasiado fuerte. Si la cambio por quilombo puedo decir que sí, mi cerebro es un quilombo. Pero también, que estoy ordenándolo y hasta puse flores, de esas que tienen muchos pétalos para arrancar diciendo "me quiere" - "no me quiere" en floreritos de cerámica, para decorar. No saben que lindo está quedando y que lindas ideas van a salir de él. Ahora, luego de decir que estaba exagerando en demasía, digo que en el fondo es cierto; está quedando mas ordenado, menos mal.
riBer no existe, y ahora de verdad, yo voy a dejar de pensar tan enroscadamente, porque así no sirve pensar.
Que el ultimo tiempo estuve exagerando demasiado, eso sí es cierto. Que me porté como una loca, desastrosa, insoportable e hice cosas mal, eso sí puede ser. Ahora voy a dejar de creer en todo eso que no sirve para nada, y escribir sobre otras cosas porque ¡claro que puedo! Nada ocupa tanto espacio en mi mente. Aunque algunas cosas no se vayan me dejan pensar, si lo intento; no te vayas. Todavía no terminé de arrancar los pétalos de mi flor.
En serio, es una de las mejores actividades pensar, si no se la mal obra. Recomendable para cambiar o mejorar ideas, para revisar en qué estamos pensando, qué cosas creemos, y cómo lo sacamos afuera. Para aprender a decir la verdad sin irnos al pasto. Porque como alguna vez dije, las cosas que se caen en el pasto, olvídate de volverlas a encontrar.
Ahora resta dormir siestas más seguido, más recomendable aún, y comportarme como quien de verdad creo que soy. Porque decir creo no es solamente dudar, en ciertos casos es también afirmar.

domingo, 17 de julio de 2011

IM PO SI BI LI DA DES

Alicia: - A veces puedo ser capaz de pensar en seis imposibilidades antes de empezar el día. Seis imposibilidades... enuméralas, Alicia. Uno, hay una poción que puede encogerte. Dos, existe un pastel que te hace crecer. Tres, los Animales hablan. Cuatro, los gatos desaparecen. Cinco, hay un país de las maravillas. Seis, yo destruiré al Jabberwocky.

Alicia, cuando fue al país de las maravillas (uno de mis lugares favoritos) descubrió que había seis imposibilidades, que en realidad no eran imposibilidades.
Yo tengo una séptima, que no les voy a contar. 
Quiero destruir al Jabberwocky, también.

viernes, 15 de julio de 2011

Nada tiene sentido

y mientras tanto yo me vuelvo loca sola, como si lo tuviera, haciendo que deje de tener sentido otra vez. Y así sucesivamente.

lunes, 11 de julio de 2011

Bronca

Me invadieron unas extrañas ganas de verte enojado. Con cara de orto, más; puteando, tirando cosas al piso,  pateando, gritando con odio. Entonces me di cuenta de que te conocí más enojado, o lo que sea, que sonriendo. "Que te conocí", es un decir, porque nunca te vi enojado. Es un decir porque sí te conocí enojado, pero solo te vi sonreir.
Cada día entiendo más que no hay sentido alguno en nada de todo esto. Que no puede ser que pueda pasar tanto si nunca te conocí enojado. Y tambien, que si no te conozco y te vi sonreir, tengo que pensar dos veces antes de afirmar con seguridad cualquier cosa, porque no te conozco nada.
Pensar dos veces a lo mejor, y en realidad, es dejar de pensar. Porque pienso tanto que ya no se en que parte sos cierto y en que parte sos solo de pensar. Pensar menos en todo lo que no dejo de pensar, porque hace ya mucho pensé que nunca te había tocado la nariz, y desde ese entonces nada cambió en verdad. Capaz es cierto que es el destino que nada funcione y por mas que quiera no lo puedo cambiar.
Podría ser tan fácil, tan libre, tan todo; pero el universo decidió hacer chocar a los problemas para que exploten en mi cara, y la tuya, hacerme sentir una idiota y no digna de que alguna me salga bien. Tan libre, pero resultó más fácil que yo me convierta en todo lo contrario a lo que siempre quise ser y tener.

Y sin embargo yo sigo esperando. Verte enojado, y tocarte la nariz. Enseñame a perder las esperanzas y a pensar que las cosas pueden salir mal, por favor.

domingo, 10 de julio de 2011

Vomitar

Yo digo "Vos", vos decís "Yo".
Al final, estamos hablando de lo mismo.

Nada más.

martes, 28 de junio de 2011

Mentira (bis)

Todo lo que digo todo el tiempo es mentira. Mas mentira que cuando mentía en diciembre. Y esas mentiras no eran nada [Click aquí para verme mentir (solo un poco) en diciembre]. ¡DICIEMBRE! Todo es una mentira. Chau.

lunes, 20 de junio de 2011

Subeybaja

Cosas malas de la vida que, de un momento a otro, se convierten en buenas. Cosas que parecen buenas y en el fondo son muy malas.
No tengo idea de como funciona todo, pero me encanta despertarme todas las mañanas.

Cuando Estelares canta "Lejos de estar salvado me siento ciertamente atornillado", yo pienso - Ya casi no más. - ☼

lunes, 13 de junio de 2011

Me olvido, me olvido

Ultimamente estuve pensando cosas muy lindas para escribir. Parece que solo estoy loca y como para que se preocupen por mi. Pero, de verdad, estuve pensando miles de cosas para escribir. Estar ocupada pero en silencio me hace pensar mucho, y pensar bastante bien, con mucho tiempo para pensar. Aunque no haga nada de lo que pienso, y me olvide de todo lo que quiero escribir.
Quiero escribir cosas sobre la felicidad, sobre la vida, sobre todo lo que siento cada día cuando me levanto; bueno... un rato después de levantarme, cuando termino de hacer el duelo por dejar la cama. Escribir sobre lo bien que me salen algunas cosas, aunque haga mal tantas otras. De como todas las mañanas llega un colectivo segundos después de haber perdido otro. De como tengo tiempo después de trabajar para despejar mi mente antes de la facultad, de lo bueno de comprarle regalos a mis hermanas ahora que puedo, de lo poco que estudio cosa que me hace muy feliz (?), de lo que me gusta caminar por la vereda del sol cuando hace frío, de la música, de las felicidades efímeras pero que suman a las ganas de vivir.
Cosas geniales, que combinan con este blog mucho mejor que los ataques de histeria provocados por infelices que creen que saben mucho pero no entienden nada y nunca aprendieron cual era el sentido de estar vivo. (Ese que no es nada mas, ni nada menos, que vivir. ¡Si! Posta, era vivir. ¿No lo sabías?)
En la otra entrada, esa en la que me comentaron "es preocupante", yo estaba diciendo que tenia ganas de poder experimentar todo eso que escribía, pero que en realidad no me salía para nada; ni odiar, ni querer golpear, ni hacer un corte, ni odiar la vida, ni llorar infelizmente.
Hoy me alegro de no poder ser así, si cada tanto me vuelvo un poco loca y exploto, supongo que es bastante sano, recalcular y levantarme sonriendo al día siguiente. Sufrir pero sabiendo que por algo pasa lo que sea, que los tiempos no son siempre como yo quiero, que si algo que no sirve para nada y me sale mal, en realidad me conviene perder; que ya voy a sonreir el doble que hoy cuando, aparte de levantarme sonriendo, sume mas cosas de las que me sacan sonrisas en vez de darme ganas de llorar.
Símbolos de la paz, solcitos brillando y dando calor, corazones, luces de colores, patitas de pollo para todos.
¡Sonrían!

sábado, 11 de junio de 2011

Jugo exprimido

Quiero buscarte, encontrarte en donde sea, para cagarte a trompadas y pedirte que te hagas cargo de como estoy hoy. Golpearte mucho para que entiendas lo que me pasa. Decirte que sos idiota, muy idiota, muy egoísta y muy cagón, sobre todo cagón.
Que no te olvides de mi, todos siempre se olvidan de mi. Decime que no te importa, decimelo.
Quiero gritar tan fuerte que de solo pensarlo ya me duele la garganta; y me molesta demasiado saber que la vida es mas que momentos que van uno atrás de otro. Quiero patear paredes, revolear cosas y romper muchas otras, romperte la cara. Quiero saber que se siente tener pocas ganas de vivir, odiar todo. Quiero poder gritar y ser infeliz sin pensar que no está bueno. Quiero lamentarme por todo lo que me sale mal y no me gusta. Quiero dejar de quedar como una estúpida y que valores lo que digo. Quiero convencerme de que no servís para nada, de que sos un pelotudo, infeliz, enfermo y sin vida que no puede dejar de mirarse el ombligo. Y ponerme muy mal, tan mal que voy a terminar odiándote hasta el fin de los días y voy a llorar y a ser muy infeliz, porque decido serlo y dejar de sonreirle a todo.
Pero peor que pensar que todos se olvidan de mi, o que no les importa, es que ni siquiera se dan cuenta de mi. Que me pasa... a casi nadie se lo muestro. Y si con vos me muestro, ¿que carajo te importa no? ¿Que carajo te importa? No te importa nada y a mi me da mucha vergüenza. Entonces, solo me dan ganas de gritar que si tantas ganas de dormir tenés, podés dormir toda la vida porque si no querés a nadie tampoco te van a querer, a menos que exista alguien vea luces de colores en todos lados (como yo que soy medio boluda), aunque no haya ninguna, ni una sola.
Ojala pudiera sentir de verdad un poco mas que un rato todo lo que acabo de escribir. No estaría volviéndome tan loca. No estoy preparada para estas cosas, no estoy preparada para nada. Hoy odio ser feliz.

domingo, 5 de junio de 2011

Dos pesos con cincuenta

Es que vale mas que la vida me sonría.
Aunque todavía prefiera que me sonrías vos.
Y una plaza llena de libros.
Y que me veas, y verte.


(y había dicho que la uni-temática del blog iba a cambiar, estoy arruinada)

sábado, 21 de mayo de 2011

Abrir

Sí, nos vemos, si vuelvo; si vivo. Vas a volver, dije yo, vas a volver y nos vamos a ver. Vamos a salir, quiero que salgamos. ¿Cómo iba a saber que nunca ibas a volver? Van a hacer como dos meses desde que volviste, desde que te fuiste; desde que estás pero no estás. Desde que yo quiero que vuelvas, desde que se que no vas a volver. No tengo idea de porqué te creí ni de porqué no te creí. Porque sin decirme nada estabas diciéndome todo, porque sabía que no había nada más que la nada que había.
Borro todos tus rastros para acordarme siempre de que ya los borré. Te elimino de todos mis espacios, de los espacios de mi mente, porque no quiero saber nada; porque quiero poder espiarte y que no digas nada y me digas de todo, sin decirme nada. Porque no me interesa que me intereses ni dejes de interesarme. Porque me interesan más muchas otras cosas, y muchas menos después de vos.
Todo se dio vuelta, ahora todo está en su lugar, ahora quiero dar más vueltas; ahora que estoy curada, ahora que estoy enferma de vos, ahora es, y nada, eso. Después volvió a ser antes, antes tiene un después, después no quiero más nada y quiero todo ahora ya; pero no te tengo, y mejor que no te tengo. Quería que vuelvas siempre.
No estás, no volviste, volví yo, pero ya te habías ido. O tal vez nunca estabas.

sábado, 14 de mayo de 2011

Diecisiete

¿Mágia? ¿Puede alguien de verdad decir que va a ser de tu destino con el toque de un tronquito de madera? Había escuchado muchas pavadas, pero esa superaba cualquier otra. Era una cosa de cuentos, nadie podía decidir nada por nadie y todas esas historias mágicas eran mentiras inventadas, nada mas.
Eso creía hasta que un día le paso lo que pasó. Estaba por salir de su casa a las 10:03, como todos los días, para ir a trabajar y escuchó que un florero se caía al piso. Lo primero que pensó era que si se volvía para juntarlo iba a llegar tarde a la oficina, pero no duró mucho ese pensamiento porque apenas miró para atrás vio a un hombrecito de un aproximado metro y medio sonriendo. 
No podía ser cierto, ¿Que hacía un hombre extraño y petiso en su casa, y sonriendole? ¿Porque no gritaba, ni salía corriendo y llamaba a la policía? Algo le hacía confiar en que no era nada malo lo que estaba por pasar, aunque no estaba del todo en lo cierto.
El hombrecito estaba vestido de una manera muy extraña, los colores de su ropa no combinaban, pero le quedaban bien. Chaleco amarillo sobre una camisa anaranjada con rayitas rosas y un pantalón con rombos verdes y violetas. No podía jurarlo, pero parecía que brillaba, y sus pies estaban unos milímetros por encima del suelo, en el aire.
El hombre le explicó que en realidad ella no debía verlo, pero la caída del florero había arruinado el momento en el que él llegaba de incognito. Venía con la misión de definir con un hechizo su destino ese día. Había cometido el grave error de hacerse ver, y como si fuera poco le había contado porque se había presentado. La ley dejaba bien en claro que una vez que un funcionario del destino era visto, debía conceder al destinado el derecho de escuchar cual iba a ser el suyo.
Entonces ella, aunque no creía del todo lo que estaba pasando, lo escuchó. El hombrecito dijo nada más y nada menos: "Como estás escuchándome, solo voy a decir esto y sin nada de poesía. Vas a encontrar al amor de tu vida un diecisiete. El resto lo decidís vos. Au revoir!". Y apenas terminó de despedirse se esfumó en el aire.
El reloj todavía marcaba las 10:03. ¿Que acababa de pasar? No estaba muy segura de si lo que había vivido había sido real. La mejor decisión era olvidarlo y seguir con su vida.
Olvidarlo, era imposible. No creía que la magia existiera, ni que alguien pudiera manejar el destino de nadie más. Cada diecisiete caminaba por la calle mirando con mayor atención. Y ni hablar de cuando tenía que arreglar para salir con algún chico, "¿el diecisiete podés?" era la frase que se escapaba de su boca, sin que ella quisiera decirla.
En su mente se convencía de que nada extraño había pasado y que eso de ser recurrente en el diecisiete era una casualidad. Iba a volverse loca. De todas maneras, cada vez que había conseguido acordar encuentros para ese día alguna circunstancia hacía que no pudieran concretarse, o en el caso de que si ocurrieran, terminaban mal.
Tiempo después, cuando ya no pensaba en el extraño encuentro con el hombre de ropa colorida que brillaba, ni buscaba cruzar miradas con desconocidos; un día como cualquier otro, se levanto y salió de su casa 10:03. En el subte se encontró con un compañero de trabajo al que siempre veía por los pasillos. Nada raro, ¡que casualidad! pensó.
Hacía el mediodía, llamó al ascensor para salir a comprar el almuerzo. Él no solo entró detrás suyo sino que fue a comprar su comida al mismo lugar. Había decidido terminantemente que no iba a creer en fantasías, esas cosas del destino y los encuentros mágicos; así que no le llamaba la atención volverlo a ver, era normal, trabajaban juntos. Cuando salió al final del día lo encontró en la puerta, se hizo la distraída, porque no estaba segura de si él estaba esperándola. En el momento que la invitó a ir a tomar algo, hablando de que el destino los había cruzado otra vez, ella recordó que justo ese viernes no tenía nada que hacer y aceptó. 
Aunque no estaba de acuerdo con eso del destino cruzándolos no se lo dijo y se limito a decir que si. Llegaron a un bar que estaba a unas cuadras, entraron y pidieron algo para tomar. Mientras hablaban de cosas irrelevantes, ella se preguntaba por qué había respondido con un "si" a la invitación. 
Entonces algo se encendido en su mente como por arte de magia y no pudo callarse,"¡HOY ES DIECISIETE!" dijo en voz muy alta; tanto que algunas personas de otras mesas se giraron para ver quien había gritado. En un par de segundos mil cosas pasaron por su cabeza, el hombrecito, todas las veces que había intentado hacer encajar situaciones en los diecisiete que ya habían pasado, las casualidades, el destino, todo tenía sentido. ¿Se había vuelto loca? Era diecisiete de marzo, era él, tenía que ser él. ¿Cómo saberlo? ¿Cómo confiar en lo que le había dicho un hombre extraño que flotaba sobre los pedazos de un florero roto? De repente volvió a la realidad. Él la miraba del otro lado de la mesa con su vaso casi vacío, confundido pero divertido al mismo tiempo. Tenía que ser. Y cuando lo vio sonreírle estuvo segura de que ese diecisiete, era el diecisiete.
En algún recóndito lugar del universo un hombrecito con ropa de colores festejaba porque sabía que, aunque había roto un florero, se acababa de completar su misión.

martes, 10 de mayo de 2011

La verdad

Era cierto que los besos no tenían fecha de vencimiento.
Compré demasiados y no se como darles uso ahora, porque no son universales.
Es obvio que nada de lo que escribo es ficción ¿no?
Maldición, ¿en qué momento me volví tan crédula?
¿Cuando empecé a tener tantas cosas que decirle a nadie, que tuve que empezar escribir en papeles borradores mis pensamientos más pensados para plasmarlos en la nada internetistica?
Nunca me sentí tan normal como ahora, y resulta que es lo que menos me favorece al final.
Anestesia o nuevas sensaciones a la cuenta de diez! (fui buena en no decir tres nada más)

miércoles, 4 de mayo de 2011

Cronológicamente

Pensé.
Acepté.
Sonreí.
Pensé.
Me cansé.
Lloré.
Grité.
Tiré cosas por el aire.
Dormí.
Soñé.
Me cansé mas.
Espié.
Escribí.
Pensé.
Insulté.
Volví a gritar.
Me canse de cansarme.
Quiero dormir otra vez.
Cualquier cosa menos estudiar.
Porque no quiero (no puedo) pensar en nada más.
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Nota al pié: si lees esto y no te sentís responsable de causar mis emociones, no hagas ningún comentario acerca de ellas. Se agradece. :)

martes, 3 de mayo de 2011

Dormir

Anoche, antes de dormir me dieron ganas de llorar. Hoy me desperté y en mis sueños lloraba. No sabía por qué había sido, hasta que me di cuenta que aparte estar muy dormida, estaba pensando en vos. No se si quiero dormir para volver a verte o no dormir nunca mas para no llorar.

¿Soné triste?

lunes, 2 de mayo de 2011

Mi taza de porcelana

Un día, cuando era una niña inocente, callada y tímida, con ideas locas a futuro (un futuro que en ese entonces era muy lejano y que ahora, así de repente, es hoy), me regalaron una taza. Tenía como mucho 6 años y la taza tenía unos ositos armando un árbol de navidad. Mi hermana también tenía una parecida, y enseguida se le rompió. A mi ni siquiera me gustaba la leche, ni el té, ni el mate cocido, ni el café. No tenía motivos para usarla. Pero la taza no se me había roto y era mi orgullo. Ya en 2008, en el trabajo me regalaron otra, con círculos de colores. Y mis viejos meses después trajeron de un viaje una con un Dumbo. Finalmente, en la historia de mis tazas, en la última navidad mis tíos me regalaron otra, también con círculos de colores.
Todos tienen una o dos acá, y yo, si no conté mal, tengo cuatro. No las quiero para nada, porque todavía no me gusta el té, ni el mate cocido, ni el café, y con suerte tomo chocolatada. Son objetos de esos que jamás me interesó tener, pero los conservo enteros hace muchos años.
Un día decidí que quería usarlas, usarlas todas. Usar la misma cantidad de veces a cada una, porque soy un poquito (¡poquito!) obsesiva. Usarlas porque no me servía de nada tenerlas guardadas contenta porque eran lindas, o porque no se habían roto nunca.
Un día decidí que me iba a dejar llevar un poco más por lo que me pareciera bueno, como usar las tazas. Que podía poner en acción eso de dar la vida, aunque parezca extraño decirlo así. Un día pensé que había entendido todo y creo que no había entendido nada.
Por ahí estoy exagerando, por ahí no. Creo que en estos días a mi corazón se le rompió un pedacito. Puede que sea uno muy chico (o quizás es mas grande de lo que tengo ganas de ver), pero lo sentí, es cierto. 
Mi corazón de porcelana era mi orgullo. Hacía un tiempo que venía conservándolo. Después de tomar tragos de bebidas de procedencia dudosa, me pareció que ya no era divertido no usar mis tazas. Había algo más emocionante que eso. ¿Para qué quería tenerlo guardado si no lo iba a a usar? Pero resulta que, al final, ahora termino preguntándome ¿Para qué quería usarlo si sabía que se podía romper?
Hoy se rompió una de mis tazas y parece que importa poco lo que significaba para mi. Que no es suficiente con querer dar la vida para que otro deje de pensar nada mas en él o empiece a pensar que vale la pena hacer lo mismo, incluso aunque alguna vez haya dicho lo contrario; en mi cara y en contra de mis negativas a sentir.

Tal vez es otro de mis síntomas pre-obsesivos, digo, eso de insistir incluso en lo que no tiene razón de ser. Pero no puedo evitar decir que no soporto la idea de sentir que ya perdí. No me quiero rendir, pero me rindo. Y no pensé que iba a llegar a estos extremos tan rápido. Mi cambio va mas lento de lo que creo y no aprendo de casi nada de lo que me pasa. No me sirve conocer mi mecánica si no tengo el mas ínfimo poder por sobre ella. Supongo que la culpa es mía porque soy una ilusa, y con un coeficiente de positivismo mas amplio que el de la mayoría de las personas. 
Vuelvo a repetírmelo, no puedo negar que algo se me rompió. Aprendí a ser feliz viendo mas allá, porque lo de todos los días es circunstancial y vivir para los demás siempre vale la pena. Solo se me cayó una taza, y la porcelana se resquebrajó. Se que me quedan otras tres (y muchas más por comprar), pero ¿qué pasa si todavía quiero solo esa? ¿ En serio no hay nada que pueda hacer? Decir que me rindo no significa necesariamente que me haya rendido, porque no se como dejar de insistir. Conozco mi mecánica y no puedo arreglarme por ahora. Quiero arreglar mi taza y seguirla usando, pero tampoco puedo porque se rompió.

Estupideces como esta hago en vez de estudiar. 

viernes, 29 de abril de 2011

Erase una vez la felicidad

Estaba leyendo unas cosas aburridas de filosofía hace un par de días. Odio algunas cosas de la filosofía. La relatividad de la vida y la angustia existencial hechas textos para estudiar, leer y pensar. Pensar sobre la vida, pensar en que los textos esos son todos mentira, que SI puede explicarse todo por medio de Dios, que los hombres de hace mucho siglos eran unos brutos y tenían demasiadas preguntas, y que me alegro de vivir en el siglo XXI.
Hasta que de pronto, como si fuera un cuento de suspenso muy emocionante, leí algo que me interesó y pensé "Lo voy a poner en el blog". Quien sabe, por ahi se condice con todas las pavadas que digo sobre la felicidad y la vida y etceteras pegajosos. Aunque tal vez no tenga tanto que ver.
Entonces, yo que soy tan inteligente, ahora a las casi 2 am, en vez de irme a dormir voy a compartir conmigo misma en el blog lo que dice el texto. Carpio, el autor del libro, hablaba sobre la filosofía de Epiceto, un griego que era esclavo. Supuestamente los esclavos no eran filósofos, eran solo esclavos y nada mas. Epiceto lo logró (?), aunque si se le rompió la pierna, para mi que se murió porque no había yesos ni médicos de verdad con anestesia y bisturís; y era fractura expuesta. Diviertanse
Era esclavo y se cuenta que una vez que su amo se complacía en torturarlo retorciéndole una pierna; Epiceto, con toda tranquilidad, le dijo: "Ten cuidado porque la vasa romper"; y cuando, efectivamente, se la hubo quebrado, agregó con la misma serenidad: "¿Has visto? Te lo había advertido". La anécdota revela, en toda su simplicidad y grandeza a la vez, cuál era el ideal de vida que los estoicos perseguían: lograr la mas completa impasibilidad frente a todo cuanto pueda perturbarnos.
Pues bien, Epiceto sostuvo que el origen de filosofar reside "en la conciencia de la propia debilidad e impotencia del hombre. Enseñaba que hay dos ordenes de cosas y de situaciones: las que dependen de nosotros y las que no dependen de nosotros. (...) Todas estas cosas se encuentran determinadas por el destino, y lo único que debe hacer el sabio es conformarse con él, o, mejor aún, alegrarse del destino, puesto que es resultado de las sabias disposiciones de la divinidad. Por ende, lo que corresponde es que el hombre en cada caso trate de cumplir lo mejor que pueda el papel que le ha sido destinado desempeñar (...) En resumen, lo único que depende de mi son mis pensamientos, mis opiniones, mis deseos, o, en una palabra, todo acto del espíritu; esto es lo único que puedo modificar, y el hombre logrará la felicidad en la medida en que se aplique solamente a este propósito.
Mi otro blog, o lo que sea, ese que no le muestro mucho a la gente, porque es ñoño y para mirarlo yo cuando tengo ganas, tiene como titulo "Happiness is a mental state", La felicidad es un estado de la mente. Me hace feliz saberlo y ponerlo en práctica. Gracias por todo Epiceto.
El hombre este que escribio el libro, Carpio, usa tanta comas como yo. Lo quiero mucho.

Creo que debería dormir, buenas noches hijo blog.

domingo, 24 de abril de 2011

Hola!

Yo pienso que no existe el tiempo. La vida no tiene tiempo. Todo está quieto y somos nosotros los que nos movemos. Si el tiempo existiera de verdad, si no fuera un invento nuestro, funcionaría mucho mejor. No se iría tan rápido.
De todas formas, aunque sea un invento, aunque no exista de verdad; es tan, pero tan, odiosamente valioso, y significa tanto que me dan ganas de vomitar. Hace 85 meses que somos novios, hace dos horas que estoy esperando, hace casi un mes que tengo ganas de verte, hace dos años y medio que no trabajo, faltan 5 minutos para que me vaya, me retrasé media hora y perdí el tren.
Plantearlo de esta manera me gusta mas, cada día es una canción. Empieza, termina, y vuelve a empezar cuando sale el sol. Es básico, el tiempo lo hacemos nosotros. La música la hacemos nosotros, y todos los días la podemos modificar, como queramos.
Quiero hacer una melodía que suene muy fuerte, y me hago cargo de todo lo que se escuche, escuchame.

jueves, 21 de abril de 2011

Me retracto

Es cierto, en muchas ocasiones soy bastante mentirosa. Digo mentiras de las que alguna vez hablé en este medio. Mentiras para quedar bien, de esas que parecen inofensivas. Pero hablando de mentiras, siento que me debo a mi público (?) y necesito decir que bastante de lo que dije en Cosas que un hombre debe saber antes de decirme hola son falacias.
Empecemos por el hecho de que si, estoy acostumbrada a estar sola. Pero no es para nada cierto que me gusta, ¡no! me gusta estar sola nada más si no encuentro con quien estar. Sino, si estoy sola pero se con quien querría estar, me siento la mas infeliz y olvidada del universo. Si, en esas magnitudes.
Dije que me hago la que soy muy gata y que no entrego un carajo, literal. Error! no me hago la que soy muy gata. Podría decir que soy algo así como una arrastrada pero con estilo, o al menos lo intento, o bueno.. tampoco. Digamos que en realidad me cuesta decir que si, porque todas mis respuestas vienen en combo, y después no se como frenar el impulso. Eso lo dije, y era cierto. El si es el firme detonante del empezar actuar como una gila.
¿Que soy muy idealista y pocos me convencen? ¿QUE NO ME BANCO LAS GOMOSEADAS? ¡Que ilusa! me creía que estaba a salvo de los sentimientos. Me creía que tenía la posta de la vida, que todo funcionaba bien y que respecto al tema del amor y los vínculos tenía el equilibrio que en otros aspectos no encontraba. Hola, era todo una completa mentira.
El día que decidí dejarme de joder con mis actitudes reacias, el día que aprendí a querer un poquito al si, todo lo que creía que sabía de mi lo tuve que tirar a la basura porque me encontré con mi otra cara. Una parte de mi persona quiere dibujar corazones en todos lados y hablarle a peluches del amor como si tuvieran vida.
Tengo miedo a dejar de estar sola dije también. Tendría que haber dicho, "tengo miedo de elegir con quien dejar de estar sola porque tengo que decirle que si y dejar de ser una insentimental cómoda y mala onda". Ni me gusta, ni tengo miedo. Si ya se hacia a donde a punto no necesito gastar mi tiempo en internet, ni dormir, ni mirar la tele, ni estudiar, ni seguir sola.
No me bancaba las gomoseadas porque venían sin que yo las hubiera encargado. Exijo que si me gustan las cosas que me decís me las digas todo el tiempo así yo no parezco una tarada que no tiene palabra de lo que alguna vez dijo de si misma. ¿Ahora donde me meto todas las cosas cursis que quiero decir si no me banco las gomoseadas?
¿De que me servía saber que si digo que si después difícilmente puedo volver al no? Al final, traté de superarme y retrocedí 20 pasos. Parece que eso de los grises no lo entendí muy bien, voy velozmente del blanco al negro sin escalas.
Si seré idealista para elegir, no me crean todo lo que digo, no se plantarme con los demás. Parece que no por ahí, pero casi que cualquier error te lo acepto si ya pasaste la delgada linea que divide los sentimientos bloqueadores de los sentimentales.
Al final, en el punto 19 creo, escribí que si me asomaba un poquito a ver que onda enseguida metía la pata hasta el fondo. Me engancho el primer día que hablamos puse, ademas de un "es malísimo porque a poca gente le pasa eso y termina todo mal". En esa acerté. Soy una pobre ingenua que simplemente necesita que alguien la quiera y que si no pone barreras mentales cae rendida en frente de cualquier pancho que se cruce. Tampoco la pavada, ¡pero es serio! Te dije que si, no quiero estar sola sino con vos, me banco lo que haces mal y tengo muchas cosas cursis y gomas para decirte; y si no tenes ganas de recibir eso te lo digo todo igual porque ahora vomito sentimientos y no puedo callarme nada. Ojo, puede llegar a ser muy nocivo para todos. (?)
Ya está, hace un corto tiempo estoy considerando la posibilidad de volver a medir mis expresiones. ¡La reconciliación con el si no tiene que olvidarse del no cuando el idealismo y la dignidad(?) se van al carajo así tan fácil!
En que quilombo me metí. Estoy cagando a trompadas a mi recién reinagurado corazón. Tengo miedo de que me cobre muy caro. ¡Help!

domingo, 17 de abril de 2011

Aeroplanos

Volar, volar, volar, volar, volar, volar, volar, volar, volar, volar, volar, volar, volar. Se me acabó la nafta, me atrapó una nube, me choqué contra el piso dos millones de un edificio hecho de barras de hierro irrompibles, se fundió el motor.
Ser positiva, tirar para a delante, sonreír porque sí. no es lo mismo que conformarse con lo que hay. Vivir la vida para darla desinteresadamente no es, ¡jamás!, no recibir lo que esperas ni menos a cambio. La ilusa, muy, demasiado, archi, mega ilusa ilusión de que la felicidad va acompañada de cosas que salen bien, rebalsa y se vuelca mas rápido de lo que parece. Muchas veces lo dije, ser feliz es aprender a mirar con otros ojos lo que está todo el tiempo frente a nosotros; y si las cosas salen bien, mejor. ¡Pero que los ojos no se gasten! es sumamente peligroso empezar a ver gastado y viejo antes de tiempo; que digo antes de tiempo, no hay que mirar así. Porque entonces nada tiene sentido, ni volar, ni dar, ni mirar, ni chocar, ni ser feliz.
Solo están permitidos ciertos días de contemplación. Tirar toda la basura para un lindo reciclaje y reprogramar las funciones cerebrales en favor de lo que sucede cotidianamente.
Anteayer, ayer, hoy, me acordé de porque había dejado de lado mis ganas de experimentar algunos sentiemientos. No puedo callarme nada, no puedo dejar de expresar, todo parece pesar el doble y doy mas vueltas de las que tengo que dar. Ahora los quiero lejos de nuevo, que lleguen solo en el momento adecuado cuando algo equilibre mi desequilibrada manera de actuar. Así mis ojos no se gastan, y no se me van las ganas de sentir, como ahora. Voy a hacer fuerza por eso. Quiero aprender a vivir en el plano de lo real.
Volar, volar, volar, volar, volar, volar, volar, volar, volar, volar, volar, volar, volar. Aterrizar. Click.

viernes, 15 de abril de 2011

Caracteres

L es por la luna que ya no miro. A es porque es el principio de todo lo demás. M porque es la cura para alguna enfermedad. C es porque peor es nada y entonces me pongo a cantar. J porque es mentira, nada mas es jugar. S porque al final, no es que el sol brilla, sino que es soledad.
No tengo mas letras, pero igual hoy no quiero tener mas.

miércoles, 13 de abril de 2011

Proyección

Tengo inmensas ganas de escribir. Me gusta demasiado hacerlo. Pero estoy imposibilitada. Mi cerebro está muy estúpido últimamente y tengo que pensar todo el triple.
Sentía que el blog necesitaba una explicación así que vine a contárselo. Ahora tengo sueño, pero me gusta dormir. Sobre todo porque estoy soñando cosas bien lindas entre otras muy traumáticas. Me gustan mas las primeras, me gusta que no se queden solo en cosas voladas del inconsciente en letras verdes y azules. Quiero a mis sueños de carne y hueso y palabras de verdad. Quiero que un principe mate al dragón y me saque de la torre mas alta porque miro las estrellas sola. Aunque no hace falta tanto, un esfuercito menor estaría bien. Quiero que me presten atención. En realidad solo te quiero a vos.
Bueno no se, no planeaba escribir nada. Estoy dejando a mis dedos andar solos, creo que funciona bastante bien. Pero el deber me llama, y me voy a dormir.

domingo, 3 de abril de 2011

Nariz

Que lo bueno está en cosas simples que suceden.
Que nunca hace falta correr.
Que quedarse quietos es casi siempre inútil.
Que solo hacer es cambiar.
Que engañarse no no sirve, y si no sirve no da.
Creo que nunca te toqué la nariz.
Que no hace falta correr ni parar.
Creo que a veces hay que desactivar las sospechas.
Que te quiero distinto, pero te quiero igual.
Creo que a veces creo que no te importa.
Que sienta o no sienta no lo hace cambiar.
Creo que es el destino que nada funcione.
Que siempre es mejor no dramatizar.
Creo que solo le doy importancia a cosas que no la tienen.
Que al final esto es el resto y ni la emoción de aunque sea un momento lo hace cambiar.

sábado, 2 de abril de 2011

Remolinos

Hace días pensaba que la suerte la hace cada uno, que todo puede funcionar mejor si de verdad queremos que así sea. Que cambiar un no por un si puede modificar por completo lo que estaba a punto de pasar, que dar pasos es mejor que mirar de lejos el lugar al que hay que llegar. Que caminar siempre, como sea, va a ser mejor que quedarse quieto.
Que fucking mierda cuando el "mejor" de caminar es solo un poco mejor, y no deja de tener peores. Hasta el alma mas positiva y asquerosamente perseverante tiene ganas de cortarse las arterias, para que la sangre que salió del corazón no vuelva a el toda mugrienta con las cosas desagradables que a veces ocurren.
¿Que tan segura puedo haber estado de que era mejor dar pasos y dejar de pensar? Pensar mas antes de hacer, pero no pensar de mas en vez de hacer. Cambiar la mirada, ver luces de colores de verdad, hacer que las cosas brillen. Empezar a vivir de una vez.
Parece que funciona, viene funcionando. Pero carajo, que complicado es ver todo de colores cuando los demás ven gris. Que complicado es tener tantas ganas de vivir.
Si esta ventana no tiene puertas, mi suerte igual necesita salir a respirar. Si tu vida pasó de largo yo no quiero ser parte de tu muerte, una situación, una lucecita sin fuerza en la espantosa y oscurisima oscuridad.
Vivamos, caminemos, no mintamos. Luces de colores, existen. Están en todos lados. La suerte la hace cada uno. Respirar, cambiar la mirada.
Chau, saludame que me voy.

domingo, 27 de marzo de 2011

Hacerle caso a la brisa.


No me regalen mas libros por que no los leo
lo que he aprendido es porque lo veo
Mientras mas pasan los años
Me contradigo cuando pienso
El tiempo no me mueve yo me muevo con el tiempo

Soy las ganas de vivir, las ganas de cruzar
Las ganas de conocer lo que hay después del mar
Yo espero que mi boca nunca se calle
También espero que las turbinas
de este avión nunca me fallen

No tengo todo calculado, ni mi vida resuelta
solo tengo una sonrisa y espero una de vuelta
Yo confío en el destino y en la marejada
Yo no creo en la iglesia pero creo en tu mirada

Tu eres el sol en mi cara cuando me levanta
yo soy la vida que ya tengo,
tu eres la vida que me falta
Así que agarra tu maleta, el bulto, los motetes
El equipaje, tu valija, l
a mochila con todos tus juguetes, y...

Dame la mano vamos a darle la vuelta al mundo
Dame la mano vamos a darle la vuelta al mundo.

La renta, el sueldo, el trabajo en la oficina
Lo cambie por las estrellas y por huertos de harina
Me escape de la rutina, para pilotear mi viaje
Por que el cubo en el que vivía se convirtió en paisaje

Yo era un objeto esperando a ser ceniza
Un día decidí hacerle caso a la brisa
A irme resbalando detrás de tu camisa
No me convenció nadie, me convenció tu sonrisa

Y me fui tras de ti persiguiendo mi instinto
Si quieres cambio verdadero, pues camina distinto
Voy a escaparme hasta la constelación mas cercana
La suerte es mi oxigeno, tus ojos son mi ventana


Es poesía ♥.

- que poco me agrada la palabra poesía. Tiene un significado lindo. -

martes, 15 de marzo de 2011

Buenos días

¿Qué era bueno y qué malo? Juana se lo preguntaba siempre. Creía que Santiago estaba entre las cosas buenas que tenía. Siempre le había parecido así.
Iban a desayunar juntos, era el único rato del día que iban a verse. Juana pensó que era un buen momento para hacerle esa pregunta que le daba vueltas por la cabeza. Era algo simple, pero quería preguntárselo, él siempre respondía a las preguntas que tenía acerca de todo. Estaba un poco asustada por el arranque de valentía, pero ésta era fácil.
- ¿Por qué me querés? - Le dijo como si escupiera las palabras, interrumpiendo la historia que Santiago contaba sobre su compañero de trabajo que siempre llegaba tarde. 
- ¿Qué? ¿Qué te pasa Jua?
- Nada me pasa. Contestame, ¿Por qué?
- Em... - No iba a admitirlo, pero en verdad no sabía que responder - porque me querés, porque sos hermosa y porque sí.
- Porque sí, me lo imaginaba.
- ¿Qué cosa?
- No sabés, no sabés porqué me querés. Supongo que puedo vivir con eso de que me quieras porque soy hermosa y porque te quiero a vos. Pero, ¿me querés a mi O querés alguien que te quiera, y si es una chica linda mejor?
- ¿Qué te pasa hoy? te quiero como siempre, sos linda, muy.. pero eso no tiene nada que ver.
- ¿Siempre me quisiste o siempre quisiste que te quisieran?
Santiago no podía creer lo que escuchaba. Tenía miedo de que ella tuviera razón. De que siempre hubiera tenido razón y él no se hubiera dado cuenta. Ella, por su parte, al fin lo había comprobado; él no estaba con ella, o estaba con ella, pero no con ella del todo.
- Sabía que era así. Nunca me entendiste. Nunca intentaste entender. Porque te quiero no es suficiente si no me conocés. Yo te quiero por como sos, por todo lo que hay abajo de lo que todos ven de vos, y más profundo que eso todavía. Pero así no, vos me querés porque recibís algo de mi a cambio.
Ahora sí que no sabía que contestarle. No podía creer que eso fuera cierto. No había manera de cambiarlo para su lado. Juana, él la adoraba, pero era verdad, lo que mas le gustaba de ella era la forma en que lo quería y nunca se había preguntado porqué, ni había buscado en las profundidades de la persona que tenía en frente. Recién ahora, desayunando, y después de mucho tiempo se daba cuenta, nunca la había entendido; y no se había forzado por hacerlo aunque el creía que sí.
- Santi, yo te quiero... no pienses que no. Pero no podemos tomar vuelo sólo porque te gusta como te quiero. A veces no me gusta como me querés, y te lo quiero decir. Necesito algo diferente, que vos hagas algo diferente. Quiero que nos sigamos queriendo, pero queriendo de verdad.
- Entiendo, hoy te entiendo, y te quiero. 
- Viste, nunca lo entendiste. Voy a llegar tarde al trabajo, chau San.
Tomó el último sorbo de su taza. ¿Qué era bueno y qué malo? Le dio un beso en la frente, y se fue. 

viernes, 25 de febrero de 2011

Face


Tengo mil caras y tengo una sola, fácil de ver, soy transparente; si aprendes a mirarme. Pff, que ridícula.
Con los ojos cerrados me ves mejor (Gracias Serú Giran por prestarme unas palabras).

sábado, 19 de febrero de 2011

Otoño

De repente su mente se trasladó a otro lado, ahí no era febrero. Tenía una bufanda pero no hacía frío. No había sol y las hojas pintaban todo con matices de marrón. Hacía un par de días que lo había pensado. Otoño era una de las palabras mas tristes que conocía. No es que sonara mal, es que algo le faltaba. Tal vez podía ser el significado. En realidad no sabía qué quería decir. Cambiaba el clima y las hojas se caían, se morían; nada mas que eso. Tampoco entendía a la gente que prefería el invierno, lo único que le gustaba de él era que juntara dos i en una sola palabra. De última, en invierno hacía frío pero legalmente. De julio a septiembre todos estábamos abrigados, acostumbrados a estar mas lejos de rozarnos la piel.
Pero no, algo del otoño no le cerraba. Sin previo aviso se desplomaba todo. Adiós al clima despreocupado, a clima soleado, al clima tranquilo, al clima de mejor juntos, al clima de todo. Por ahí era eso. El otoño venía solo, sin que nadie lo invite, sin invitar a nadie. Venía, dejaba a las hojas caer, marchitarse; al verano terminar, lo dejaba en el olvido. Venía y le faltaban letras que lo hicieran mas agradable; una a, una e, una i.
Claro, una i de verdad. Algo de la ñ hacía que dudara de la integridad del otoño. La ñ era especial, la ñ seguro se creía especial, y el otoño muy diferente. es que el otoño tenía una especialidad, hacer que las cosas cumplieran su ciclo, y tenía una ñ también.
La ñ era lo que menos le gustaba del otoño. Es que no era mas que una mentira. Sonaba como la i, pero tal i no existía, ¿eso era lo que la hacía especial? Creía que estaba acompañada, pero no; la ñ estaba sola y creyéndose especial.
Cada idea sumaba más a la teoría de que otoño era una palabra muy triste. Y cuando estaba triste, las cosas le parecían mas tristes; pero sabía que lo que sentía por el otoño nada tenía que ver con ese tipo de tristeza. Era un sensación particular, diferente, esa que se te contagia pero no es tuya. La que te viene cuando en tu mente repetís muchas veces palabras tristes.
Decidido, otoño era la cuarta palabra mas triste, después de angustia, lágrima y tormenta. La ñ, bueno, estaba muy sola, ciega y lejos de encontrarse con la o del final del otoño. Las hojas cayendo y las nubes tapando la luz del sol completaban el argumento. No tenía nada que ver el clima en realidad, el problema era  más bien la palabra. El problema era sentir otoño.
Abrió un solo ojo y tuvo que cerrarlo de nuevo por el reflejo del sol de febrero. Pero muy en el fondo sabía que la ñ era la mayúscula de su otoño.

jueves, 17 de febrero de 2011

Antes de dormir

Ya no sueño mas con vos, pero pienso fuerte en tu nombre para que aparezcas en mis sueños. No fuiste como imaginaba, pero te imagino como te soñé.
Quiero decir(te) tantas cosas, que no puedo decir nada. Quiero verte y no te digo nada. Porque ya no sueño mas con vos, pero te imagino como te soñé; y pienso fuerte en tu nombre.

miércoles, 16 de febrero de 2011

Vacaciones

Amanda: ¿Sabes que pienso realmente? Creo que nunca me amaste.
Ethan: ¡Por favor!
Amanda: Amaste la idea de que fueramos una pareja, no tanto a mi.
Ethan: Hice un esfuerzo, ¿hay alguien que este a la altura?
Amanda: Te enviaré tus cosas.
Ethan: Tu sabes que haces esto, arruinas todas las relaciones que tienes, es lo que haces. ¡Tu no quieres ser parte de una pareja! ¡Te resistes!
Amanda: ¡Cállate!
Ethan: Es difícil detectar como lo haces, porque nadie es tan listo como tu! Es dificil atraparte... pero siempre sale y esto es lo que pasa.
Ethan: ¿Que pasa?
Amanda: Se acaban las cosas, como sabías que se iban a acabar. Tu sabes lo que siento por ti. Eres unica. No quieres ser lo que necesito.

"Amanda woods, alejaba a todos los hombres siempre. El problema no es si puede cambiar sino si quiere"

A veces en mi mente suenan adelantos de próximos estrenos como ese.
Ver películas le hace mal a la gente. Ver películas en realidad me hace mal a mi. Se me incrustan en el cerebro, todas. chau.




lunes, 14 de febrero de 2011

Una cosita nada más

Hola que tal, creo que me ubicás vos.. quería hacerte una pregunta, te puedo usar un rato? Creo que no, que igual no quiero, que no me parece bien, que no me sale. Que mejor así, pero te leo de a ratos. Pero mejor no, aunque si a vos no te molesta...
Y pienso, ojalá que leas esto porque yo a vos te leo. No se porque, porque no te digo nada de lo que pienso; no te lo voy a decir pero quería que lo sepas, aunque me parece que por ahí no estaba bueno que lo sepas. Si no iba a decírtelo, si no cambiaba nada, por mas que quisiera decirte hola en vez de chau. Si te dije chau, que se yo, te dije chau pero te estoy hablando, sin hablarte.
Bueno no se, nada.. dejá, hacé como que no te dije nada. Ah cierto, no te dije nada y creo que no lo voy a hacer. No me conviene si no planeo hacerme cargo. Pero es que ¡aaaagh! me estoy comiendo las uñas de las ganas de aparecer, pero no me prestes atención que no.
No listo enserio, nada.. olvidate de mi que te conviene. Chau, te veo, nos vemos.

(me di el permiso de verter aquí pensamientos personales y no-abstraídos porque soy la jefa del blog así que nadie me hace un sumario)

sábado, 12 de febrero de 2011

Otromundo

Dicen que hay un universo paralelo, en el que hay un mundo parecido al nuestro, paralelo, diferente. Un mundo en el que el cielo es de colores, el agua no moja y el suelo es de tiza amarilla.
Dicen que en ese mundo las personas brillan en la oscuridad. Que la oscuridad no es negra sino más bien violeta, porque no se apagan todos los colores cuando se apaga la luz. Además, las personas no miran televisión. No existe la televisión, todos se divierten contando los colores del cielo.
Dicen que las nubes no fabrican lluvia, solo tapan el sol cuando la tierra lo necesita. La tierra es de tiza amarilla para que cuando se apagan las luces y todo se vuelve violeta las personas brillen y escriban en la oscuridad un poco de los colores que cuentan en el cielo.
Dicen que la gente del mundito es como nosotros, brilla, no mira la tele, pero es casi igual. La única diferencia es que viven felices. Ojo, tienen cosas por las que preocuparse, la tiza ensucia un montón; pero les gusta ser felices, son felices, todos son felices, y ya.
Dicen que ese mundo no existe. Por ahí también escuche que cerrando fuerte los ojos todos lo podemos ver.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Claro que sí

Es una decisión. Voy a dejar de hacer un blog goma, deprimente y con traumas. A partir de hoy vienen las entradas felices y abstraídas de mi persona. Le pongo fichas a la ficción y dejo de volcar mi cerebro en un espacio público (que casi que solo leo yo). Mi blog se llama luces de colores y la onda es que estoy aprendiendo a volar. Había una parte que no había captado. Hoy si. Soy feliz por mi, soy lo mas.
(alguien que me pegue una piña, solo me falta poner fotos de algodones de azúcar rosas)

sábado, 5 de febrero de 2011

Sin ciencia

Son las 3:41 de este hermoso día que está comenzando. Todos los días son hermosos días. Como ya se hizo costumbre, no puedo dejar de pensar. Y tengo que pensar y escribir. Escribir no se porque, para que cualquiera pueda leer, porque nunca escribo solo para mi. Siempre pienso cosas que quiero escribir, siempre pienso cosas que quiero pensar, siempre pienso. 
Estoy segura de que no sirve para nada pensar, así no. 
Alguna vez en mi vida, me creí que yo era muy despreocupada, esa, a la que todo le chupa un huevo. Hoy, pensando, me di cuenta de que era al revés. Dejar que a las cosas se las lleve el viento es un mal síntoma. Síntoma de que todo me importa tanto, de una forma extraña, pero tanto, que cualquier situación me sobrepasa; y termina siendo suprimida por mi cerebro, que no entiende nada. Es super mega archi genial cuando la manera de solucionar es dejar de hacer, puedo asegurar que es 100% efectivo. Si, claro.
Hoy creo que me odio. Pero me odio mas que nada porque no puedo, ni quiero, dejar de ser así. Se que es insoportable, y por demás insano, pero es la única forma que conozco de vivir. Y soy tan pelotudamente optimista y feliz, que pienso, si no hiciera mal todo esto no sería yo, y que es mi manera, ya que ya la vida se va a ir encaminando. Porque es cierto, en algún momento todo me va a salir bien aunque yo no haga nada y tambien va a haber paz mundial. Yo soy así, soy yo y que nadie venga a corregirme, porque empiezo a gritar fuerte; porque me odio pero me amo y al carajo con las cosas que tengo que cambiar.
Lo que sobre todo creo, es que pensar todo esto también estaba de más. Pienso que tengo que dejar de pensar. Pienso que soy bastante gila. Pienso que si hubiera pensado que tenía que pensar de la forma que tenía que pensar hoy no estaría pensando tanto. Me parece completamente pelotudo pensar como pienso yo, y creo que si fuera otra persona odiaría tener que soportarme. Ya no soporto la palabra pensar, porque pensar no es hacer, pensar es pensar; y yo no se como hacer. Tengo que aprender a dedicarme nomas a cosas en las que sea útil pensar; o en todo eso que es inútil pero hace linda la vida, y no la convierte en un padecimiento sin sentido. Generalmente la gente, cuando es normal y no maquina las 24 horas del hermoso día, llega a su casa a las 3:30 y se va a dormir. No entiendo porque yo estoy tan orgullosa de ser anormal. Un día me voy a morir.
El mejor remate es decir que odio a mi conciencia. Es de esas que no son para nada copadas y anda susurrando cosas por lo bajo todo el tiempo. Que esto si, que no deberías, que pensalo mejor, que no seas forra, que todo te sale mal. Si, mi conciencia me dice que todo me sale mal y está asustándome un poco estos días. Un día, voy a pensarlo bien, y yo la voy a matar.
Ese día van a llover caramelos de menta. Que asco la menta.

Punto y coma.


Estoy casi segura de que todas estas cosas eran para seguirlas pensando nomás, pero nada, creo que ya las dije. No quiero usar el blog para esto, pero mi conciencia no me deja abstraerme de mi para escribir. Maldita conciencia.